“Cuando llegamos de vuelta a Canarias tras estar en Moria, no teníamos ni idea de cómo mostrar el material que traíamos respetando al máximo los testimonios de las personas que nos los habían facilitado. Lo único que teníamos claro era que queríamos que el público tuviese la experiencia de convivir en una tienda de un campo de refugiados”. Mario Vega es el director de Moria, el espectáculo que se representa el viernes (18.30 y 20.30 horas) y el sábado (20.30 horas) en el Espacio La Granja de la capital tinerfeña. Moria es una propuesta de teatro documental e inmersivo de Unahoramenos Producciones que recoge las historias reales -y esto es algo esencial- de tres refugiadas, Saleha Ahmadzai (Afganistán), Zohra Amiryar (Afganistán) y Douaa Alhavatem (Irak). Estas dos últimas son interpretadas por las actrices Ruth Sánchez y Marta Viera.
En enero de 2020, antes de que la pandemia del coronavirus se instalara en nuestras vidas, Mario Vega y otros integrantes de Unahoramenos viajaron, de la mano de Médicos Sin Fronteras, a la isla griega de Lesbos. Allí se hallaba el campamento de refugiados de Moria hasta que un incendio lo arrasó en septiembre pasado. Junto a ellos viajó el periodista Nicolás Castellano, especializado en movimientos migratorios y derechos humanos.
Concebido para 3.000 personas, en Moria llegaron a vivir 20.000 en condiciones infrahumanas. Durante la estancia en Lesbos, la compañía realizó entrevistas a mujeres refugiadas. Lo que se muestra ahora es la puesta en escena de los textos de Ruth Sánchez, Marta Viera, Mario Vega, Luis O’Malley, Nicolás Castellano y Valentín Rodríguez a partir de las conversaciones con tres de ellas.
“Es un espectáculo que te remueve por dentro -apunta Mario Vega-, porque en el interior de esa caseta, donde solo caben 50 espectadores, en todo momento estamos junto a las actrices y, a la vez, con proyecciones en 360º, vemos a las personas de las que surge este relato, con lo que las intérpretes y los personajes reales llegan a fundirse”. “Se genera una comunión, un espacio muy especial, donde el publico hace ese viaje a Moira de la mano de estas mujeres refugiadas y también de las dos actrices”, apostilla.
En un proyecto teatral que no es que rompa la cuarta pared, sino que en ningún momento hay paredes, Mario Vega alude al clima que se crea en el espacio escénico incluso antes de tener lugar la propia dramatización: “De entrada, los espectadores contemplan una exposición con objetos que trajimos de Lesbos, como los chalecos salvavidas que no flotan, hechos únicamente para vendérselos y estafar a los refugiados. Luego les pedimos que se descalcen, porque vamos a entrar en la caseta de Zohra y debemos mostrar respeto. De manera que, poco a poco, el público se conmueve participando en el ejercicio que le proponemos, no solo con la representación teatral”.
Es difícil no confrontar, no hallar paralelismos entre Moria y la crisis migratoria que envuelve a Canarias. “Lo que vivimos allí fue un adelanto de lo que nos encontramos de frente al poco tiempo aquí. Es esa sensación de islas jaula, de cómo los Gobiernos transforman la periferia de Europa, Lesbos, Lampedusa, Canarias, Ceuta, Melilla…, en cárceles para que estos seres humanos no lleguen al continente”, recalca Mario Vega.
Las entradas para presenciar Moria están disponibles en la web del Espacio La Granja. Dadas las características de las funciones, los espectadores han de realizarse un test de antígenos, que se incluye en el precio de la localidad: 12 euros. Para ello deberán presentarse una hora antes de la representación. Además, hoy (19.30 horas) se ofrecerá la charla gratuita Islas Jaula, con Mario Vega, Nicolás Castellano y Raquel González, responsable de relaciones externas de Médicos Sin Fronteras, para la que hay que inscribirse en el mismo sitio web del espacio escénico capitalino.