visiones atlánticas

Ellas en libertad

La felicidad es una circunstancia, que no un estado

La felicidad es una circunstancia, que no un estado. Finalidad que nos venden las iniciativas legislativas del Gobierno, donde lo accidental suplanta a lo sustantivo. Como en la nueva Ley Trans, que pretende asignar sexos según voluntades, disociados de los cromosomas X e Y, por autodeterminación propia. Desmond Morris, en El Mono Desnudo (1967), estudiaba las características animales de la especie humana y las conductas zoológicas asociadas al sexo. No parece que el elevado grado de “dimorfismo sexual” de la especie pueda ser burlado por el BOE y contra el Código Civil, como no puede el feminismo ver difuminados los dos sexos, despersonalizando a la mujer en derivas amazónicas infantiles.
Wolfran Eilenbergen en El Fuego de la Libertad (2021) recrea la historia europea reciente a través de la trayectoria de 4 mujeres fascinantes, contrarias a los totalitarismos, de elevada formación, impulsoras de la condición femenina, respondiendo al caos ideológico de la época, vidas ejemplares comprometidas con la libertad y contra los estatalismos autoritarios. Compromiso que las alejó de la maternidad como elección personal. Nacieron entre 1905 y 1908, de buenas familias burguesas, tres de ascendencia judía y una cristiana, con formaciones universitarias y una inteligencia arrolladora. Las sitúa nuestro autor en la década de 1933-1943, desde el ascenso del nazismo hasta su máxima expansión, durante la segunda guerra mundial. Con 25 y 35 años, en la cumbre de su impulso creativo.
Ayn Rand (San Petesburgo1903- Nueva York 1982), de familia rusa judía burguesa, en la revolución de Lenin de 1917. Huída de la URSS, se nacionalizó en EE.UU. en 1931. Filósofa, novelista, ensayista y guionista en Hollywood. Atea. Casada con Frank O¨Connor, sin hijos. En su obra de referencia La Rebelión de Atlas (1957), consagra los principios del “objetivismo”. Defensora de la libertad y la razón individual contra el estado, sus regulaciones, el control de las actividades y el colectivismo. Hannah Arendt (Hannover Alemania 1906-Nueva York1975), judía alemana. A los 17 años se va a estudiar a Berlín, donde fue alumna de Heiddeger y de Karl Jasper. Filósofa política y fenomenológica, no abandonó el judaísmo. Emigró a París en 1933 con el ascenso del nazismo y a Nueva York vía Lisboa en 1941, con su segundo marido Heinrich Blücker ,donde se nacionalizó en 1951. Sin hijos. En su obra Los Orígenes del Totalitarismo (1951), sitúa la libertad y la justicia como principios de la política. En La Condición Humana (1958), con el fondo de los juicios de Nuremberg y la cuestión judía sitúa la responsabilidad personal frente a la colectiva, contra la “banalización del mal”. Simone Weil (París 1908- Reino Unido 1943), judía francesa, intelectual y laica. Filósofa, activista política, sindicalista y mística cristiana. Acudió a la guerra civil española en la columna Durruti de las Brigadas Internacionales y a la Resistencia Francesa. Huída del París nazi, donde era “no aria”. Su amigo Albert Camús la sitúa en la “ética de la autenticidad”, por su lucidez y honestidad intelectual. Muere en Reino Unido en 1943 de tuberculosis, como Georges Orwell, con quien coincidió en la Barcelona de 1937. Simone de Beauvoir (París 1908 – París1982), escritora, filósofa y feminista. Premio Goncourt 1954. Autora de El Segundo Sexo (1949), biblia de la revolución feminista. Creadora del existencialismo, donde consagra “el feminismo de la equidad”. La mujer se hace con la socialización, conquistada con sus criterios e identidad. Optó por no ser madre, “el embarazo y el hijo es esclavismo”.
Cuatro mujeres en El Fuego de la Libertad, vidas ejemplares y contradictorias como la vida misma, con conciencia de una Europa, atacada entonces como hoy, por los populismos y las derivas amazónicas ideologizadas, que negaron con su feminismo ejemplar.

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