El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha afirmado este miércoles que el volcán de Cumbre Vieja ha entrado en una zona de “mini estabilidad” y aunque es “bastante explosivo“, las coladas de lava se han ralentizado y avanzan con mucha lentitud, de ahí que no haya hecho predicciones de si finalmente llega al mar.
En una rueda de prensa celebrada tras la reunión del comité director del plan, ha comentado que el volcán tiene nueve centros de emisión, cuatro de ellos activos y una única fisura, pese a que en un primer momento había dos.
Ha comentado que el volcán sigue “soltando lava” y las coladas avanzan “lentamente” debido al aumento de la viscosidad y el “relleno” que va realizando de determinados hoyos naturales que se van cubriendo a su paso.
“La predicción matemática que tenemos es que va a seguir avanzando, pero no sabemos si va a llegar al mar. Vamos a tener tiempo para estar atentos si se produce ese evento porque el avance es muy lento”, ha indicado, si bien ha precisado que no se descarta que puedan retomarse los episodios explosivos de los últimos días.
Así, ha comentado que pese a esa explosividad, la deformación de la isla “no ha crecido”, pues se sitúa en 28 centímetros, 24 de los cuales se produjeron en seis 6 días.
Morcuende ha comentado también que las mediciones de anhídrido sulfuroso “no dan peligro para la salud” y el penacho de gases está en el punto más alto, en torno a los 1.000 metros.
Ha insistido en que el volcán se está monitorizando en todo momento por los científicos y con el apoyo de las instituciones y pedido colaboración a los ciudadanos para que no se acerquen a las zonas de exclusión porque son muy peligrosas.
“La mejor forma de ver el volcán es por la televisión, que los ciudadanos no sean un peligro más y no se acerquen ni colapsen las carreteras”, ha señalado, subrayando que la exposición puede provocar daños personales en los ojos y los pulmones.