Cuando se hacen las cosas bien, también es un deber para el informador hacerse eco de las mismas. Y en pocas ocasiones el reconocimiento llega a Canarias desde la mismísima portavoz del Gobierno de España y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, quien ya aseveró el pasado martes que los 7.000 millones de ayudas directas a empresas y autónomos aprobados hace unos meses por el Ejecutivo no se han desarrollado ni se han desplegado de forma pareja en todas las comunidades autónomas, pero destacó el ejemplo de “magnífica gestión” realizada en Canarias, la comunidad más beneficiada por esta concesión de liquidez a fondo perdido, a tal punto que de esos 7.000 millones ha recibido 1.144, más que ningún otro territorio.
Ahondando en ello, el viceconsejero de la Presidencia del Gobierno de Canarias, Antonio Olivera, calificó ese mismo día de “determinante cómo se ha articulado”, las bases redactadas por los técnicos, que se “amoldaban muy bien a las necesidades de las empresas”, pero también tildó de “muy relevante cómo se ha definido y la forma de gestionarlo”. Así, valoró como un éxito haber involucrado a “agentes colaboradores como las Cámaras de Comercio” para que todo el proceso fuera “más sencillo”, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
Semejante algarabía se hizo merecedora de la comprobación periodística, y los resultados son incluso mejores de lo esperado, al confirmar a este periódico el presidente de la Cámara de Comercio de la provincia tinerfeña, Santiago Sesé, que ya hay empresas que han recibido las ayudas, pese a que el plazo no se agota hasta diciembre. “Nuestras previsiones -detalla Sesé mostrando la documentación que lo prueba- es que en octubre tengamos resueltos todos los expedientes”.
Ya puestos a hacerlo bien, la prioridad ha sido para los solicitantes que tributan en módulos (la inmensa mayoría, autónomos) y los empresarios que cuentan con menos de diez empleados y que, lamentablemente, representan abrumadoramente al sector de la emprendeduría en el Archipiélago.
“A día de ayer [el pasado martes para el lector], ya se había ingresado en sus cuentas las ayudas a 5.234 solicitantes, si bien nuestra previsión es que esta cifra se multiplique notablemente la semana que viene”, explica Santiago Sesé antes de recordar que “de las aproximadamente 26.500 propuestas presentadas, menos de mil tuvieron que ser rechazadas”, en datos referentes a toda Canarias.
Como no podía ser de otra manera dada los dantescos efectos económicos de la pandemia en las Islas, todo apunta a que los 1.144 millones de euros en ayudas estatales para paliar tal catástrofe en el tejido empresarial canario llegarán a su debido destino más pronto que tarde, por mucho que no dejen de ser un alivio que, lamentablemente, ha llegado tarde para no pocos negocios que se han visto abocados al cierre.
¿La clave? “Jugamos con una ventaja”, reconoce el máximo dirigente de la Cámara provincial tinerfeña, “porque sabíamos que éramos capaces de gestionar con éxito estas ayudas después de probar con los 84 millones de euros (al final fueron 87 millones tras una ampliación) de las ayudas autonómicas”.