economía

El shock energético desestabiliza los mercados

Se ha producido un aumento de la demanda de bienes y servicios por la reapertura económica desde los confinamientos del primer semestre de 2020 propiciados por la pandemia

Por Borja de la Cruz

Pese a la transición energética que estamos viviendo de manera global y de la que escuchamos hablar cada día, es cierto que aún existe una gran dependencia de la energía basada en materias primas fósiles. En las últimas semanas hemos asistido a un notable encarecimiento del precio de estos combustibles, produciendo un shock puntual en el mercado global que podría derivar en una crisis energética si no se adoptan medidas, si bien es cierto que viene auspiciado por una serie de factores que intentamos explicar a continuación.

En primer lugar, se ha producido un aumento de la demanda de bienes y servicios por la reapertura económica desde los confinamientos del primer semestre de 2020 propiciados por la pandemia. Las variables que explican este aumento de demanda son: una mayor producción industrial para dar respuesta al repunte del consumo mundial y una recuperación progresiva del sector turístico (transporte por mar, tierra y aire, entre otros. En segundo lugar, las estimaciones de que el invierno vaya a ser especialmente crudo en el hemisferio norte hacen que el suministro de energía sea indispensable para poder soportarlo. Esto viene relacionado con el escaso abastecimiento de los países y por ello, se está tratando de aumentar las reservas de materias primas de energías fósiles a toda costa.

En tercer lugar, el escaso inventario que mantienen las naciones y el reabastecimiento que están llevando a cabo en las últimas semanas. India por ejemplo acaba de anunciar que le queda carbón para 4 días más, indicando la necesidad de aumentar el stock; centrales térmicas de generación de energía alemanas anunciaron que no les quedaba carbón; China está reabasteciéndose con carbón australiano pese a prohibiciones en materias de importación con este país; las reservas estratégicas de petróleo de EE. UU. están un 15% por debajo de los niveles de 2020. En cuarto lugar, la OPEP (Organización de países exportadores de petróleo), ha decidido mantener intacto su plan original de incrementar 400.000 barriles de crudo al mes, por lo que la oferta sigue teniendo la misma estructura planteada desde hace meses mientras que la demanda ha sufrido un aumento drástico en las últimas semanas. Por último, las dificultades logísticas que se ciernen en el contexto comercial de hoy en día, debido a los cuellos de botella originados en las cadenas de suministro, afectando al transporte marítimo de todo tipo de productos, también han influido en el alza de los precios de las energías fósiles.

Todos estos factores han llevado al alza los precios de esta clase de materias primas que han llegado a alcanzar rentabilidades desorbitantes en lo que va de año. Actualmente el barril de Brent cotiza en torno a 82$/barril, su nivel más alto desde 2018 y registrando un +59% en 2021. Por otra parte, la escalada más pronunciada viene dada por el gas natural, en especial el europeo, que ha hecho un rally de +360% en lo que va de año. Por último, el carbón ha llegado a cotizar al nivel de 246 $/MT (+250% en el año).

El impacto a primera vista sobre el ciudadano medio se localizaría en su renta disponible debido a la escalada de precios derivados de los aumentos de costes por energía en los mercados mayoristas, especialmente la eléctrica, que depende de la evolución del precio del gas natural. Es probable, y ya está sucediendo en España por ejemplo, que los gobiernos tengan que intervenir y regular los precios de alguna forma para intentar amortiguar este impacto.

La segunda derivada de esta escalada en los precios de la energía, es que puede dar lugar a una mayor tasa inflacionaria y hacer que los temores generen una inflación elevada sostenida en el tiempo, en vez lugar de temporal como se estima actualmente. Esto conllevaría un cambio en la política monetaria de los bancos centrales principales, que adoptarían una postura más hawkish y con subidas de tipos antes de lo que se había estimado. Esta situación, en conjunto con otras variables, han propiciado correcciones en todos los mercados del mundo, siendo las acciones del alto crecimiento, como las tecnológicas, las más afectadas.

Desde Cross Capital estimamos que estas tensiones en los precios energéticos perdurarán unos meses y se deberán dar detonantes en el mercado (por ejemplo, que se materialice el reciente anuncio de Putin de que aumenta el abastecimiento de gas natural hacia Europa) que mitiguen esta escalada de precios, más allá de las medidas que adopten los gobiernos afectados. Estaremos atentos.

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