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Es bueno recordar el pasado: así fue la erupción del volcán de San Juan

El DIARIO de 1949 nos cuenta cómo fue el volcán de San Juan

En 1949, el volcán de San Juan despertó la misma inquietud que Cumbre Vieja. Un pastor fue quien descubrió la erupción, que se originó en terrenos de El Paso y afectó también a Los Llanos, Fuencaliente, Breña Alta, Breña Baja, Tazacorte y Mazo.

Hubo discrepancias con el nombre. Unos lo pretendieron bautizar como el Volcán de Las Manchas, en honor a las tierras más afectadas. Finalmente, se optó por la fecha de la erupción, el 24 de junio, día de San Juan. Su actividad duró 42 días, fue de tipo estromboliano y catalogado por los científicos como de grado 2, exactamente igual que el de Cumbre Vieja.

Hay palmeros que presumen de haber visto los tres volcanes, en realidad vive todavía mucha gente que ha tenido esa oportunidad: el de San Juan (1949), el de Teneguía (1971) y el de Cumbre Vieja (2021). Yo he presenciado las dos últimas erupciones. Aunque haber nacido en 1947 me haría presumir de compartir también –aunque de una manera inocente— la inquietud de la familia Sotomayor, que vivía en Argual y que es mi familia materna.

He recuperado un viejo ejemplar del DIARIO DE AVISOS, el correspondiente al día 21 de julio de 1949, cuando el volcán de San Juan se encontraba en plena erupción. Las mismas preocupaciones de las autoridades que las de ahora para salvar vidas y para que nadie se desviara de las rutas de escape trazadas. Este periódico, que nació en la Isla de La Palma y de alguna manera sigue viviendo en ella –porque los palmeros tienen muchos motivos para considerarlo suyo— dedicó cuarenta y dos ediciones a contar lo que estaba pasando, tantas como días duró el volcán, y posteriormente otras a hacer un análisis de los daños.

Me imagino ver a Antonio Carrillo Kábana, si es que andaba ya por ahí, y al reportero Juan Francisco, en aquella pequeña redacción, recibiendo el testimonio de los vecinos de la zona afectada, con una carencia absoluta de comunicaciones, sin apenas líneas telefónicas y con las noticias de los vecinos de los municipios afectados que se comunicaban por telégrafo a Santa Cruz de la Palma.

El diario tenía una vieja linotipia, que creo que todavía se conserva, y los cajistas hacían su trabajo con precisión milimétrica. La edición que he recuperado no tiene desperdicio.

Igual que hoy, destacamentos militares acudieron a ayudar a La Palma. En los titulares se anuncia la llegada del almirante jefe de la Base Naval de Canarias, que se trasladó desde Las Palmas por si hicieran falta barcos de la Armada para evacuar a los afectados. Insiste el periódico en el daño a los cultivos, y es curioso que zonas afectadas hoy también lo fueran entonces, aunque había muchos menos población en la isla de La Palma y la lava causó daños menores que los del Cumbre Vieja.

¿Cuándo cesará su actividad Cumbre Vieja y cuándo aparecerá otro? Pues son incógnitas. Durante muchos años no ocurrió nada en La Palma y ahora, en 70 años, han hecho erupción tres volcanes. Es una casualidad. La zona de Cumbre Vieja, la más nueva de la isla, no tiene nada que ver con la del Norte, donde la isla está más asentada y tiene menos actividad su entraña. Lo que sí parece cierto es que el actual volcán vive sus últimos momentos, aunque tampoco se puede indicar cuántos días, semanas o quizá meses le quedan de actividad. De momento son 60 días.

Existe un informe, que se reveló en el programa La reunión secreta, que indica que el final llegará en cuestión de días, porque el magma apenas llega a las bocas y la emisión de gases ha bajado de forma apreciable; y otros datos apuntan a ello. Pero no se trata de algo exacto. En La Palma está aprendiendo geología mucha gente, no digamos del comportamiento de los volcanes estrombolianos. Las fotos y películas tomadas harán historia y las revistas especializadas empezarán a publicar ahora los resultados de los trabajos de los científicos.

Yo me he vuelto a Tenerife, pero las páginas de este más que centenario periódico son la prueba más palpable de lo que ocurrió entonces. 1949, 1971 y 2021, años para no olvidar. Años que nadie va a olvidar en La Palma, la isla más bonita de las Canarias.

Ahora queda en La Palma una ingente tarea por hacer. Pedro Sánchez, que viene otra vez, no debería hacerlo tantas veces con las manos vacías. Que traiga el dinero que el Estado le debe a los palmeros. Que traiga constructoras e inicie los concursos para dotar de casas a los afectados. Que convoque unos concursos rápidos para su construcción.

Que ayude a la comunidad autónoma a cambiar las leyes del territorio y de costas. Que no deje huérfanos a los palmeros. Que prometa menos y haga más. Porque hasta ahora, ni un duro. Sólo los ayuntamientos han dado la talla y acaso el Cabildo. Que se vean en las manos de los afectados las donaciones de tanta gente generosa.

Y que yo pueda volver a La Palma pronto, ya sin volcán de por medio. Porque a mí los volcanes me dan mucho miedo.

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