Rosa Gloria Suárez: “El gran problema en Canarias es la pobreza infantil, que se ha incrementado durante la pandemia”

La presidenta del Comité de Unicef Canarias, insiste en esta entrevista concedida a DIARIO DE AVISOS en que la pobreza sigue siendo el gran problema de la población infantil del Archipiélago, junto a los riesgos de la digitalización y las dificultades de los menores inmigrantes.
Rosa Gloria Suárez López de Vergara, presidenta de Unicef en Canarias. | Fran Pallero

Hoy se celebra el Día Universal de la Infancia, coincidiendo con la firma en 1989 de la Convención de los Derechos del Niño. En España casi uno de cada tres niños está en una situación de riesgo de pobreza y exclusión, que no se corresponde con la entidad de un país que se considera avanzado. En Canarias, la pobreza infantil es superior, se estima que dos de cada cinco niños estarían en riesgo de pobreza o exclusión, realidad agravada por la crisis de la COVID. Rosa Gloria Suárez López de Vergara, presidenta del Comité de Unicef Canarias, insiste en esta entrevista concedida a DIARIO DE AVISOS en que la pobreza sigue siendo el gran problema de la población infantil del Archipiélago, junto a los riesgos de la digitalización y la inmigración.
-¿Cuáles son los principales riesgos de la población infantil y juvenil en Canarias?
“Desde Unicef creemos que el gran problema en Canarias es la pobreza infantil, que se ha incrementado durante la pandemia. Se está luchando para minimizar esos incrementos de pobreza y advierto de que los niños son muy sensibles a ello. También lo son a la desigualdad de los menores inmigrantes y ahora también a la digitalización. Durante la pandemia se manifestó una gran brecha digital, y algunos niños no pudieron acceder normalmente a las aulas virtuales, bien por la falta de equipos en sus hogares o bien por la falta de una conexión fluida, y, además, hubo una discriminación por territorios. En 2014 firmamos el Pacto Canario por la Infancia que definió que había que formar una comisión del estudio sobre la situación de la infancia, que finalizó su trabajo en julio. El informe final se presentará la próxima semana en el Parlamento de Canarias. Se han evaluado y puesto de manifiesto todos los problemas de la infancia en las Islas, entre ellos las discapacidades, la atención temprana, la salud mental y otras necesidades que arrastramos. Esperamos que este informe ponga luz y haga que el Parlamento de Canarias desarrolle toda una legislación y se aprueben unos presupuestos en clave de infancia, que es muy importante, que puedan ir resolviendo los múltiples problemas. La gran dificultad que tenemos es que la Administración, aún reconociendo las necesidades, no aplica todos los medios o tienen dificultades para hacerlo”.
-¿Hay un aumento de la violencia hacia los menores, la que nos sobrecogió con el asesinato de Anna y Olivia?
“Se habla mucho más ahora. En tantos años de trabajo como pediatra veía casos, aunque no con relativa frecuencia, pero era una realidad desconocida para la sociedad. La Ley de protección contra la violencia infantil es una norma muy importante, y desde Unicef la consideramos muy valiosa por su protección a la infancia, sobre todo en la parte de abusos sexuales, y también al abordar la violencia entre iguales y la violencia online. Esa ley hay que implementarla a todos los niveles y que vaya mejorando esa protección frente a los diferentes tipos de violencia hacia los niños y niñas.
-Otro de los graves peligros de la población infantil en Canarias es el sobrepeso y sus consecuencias presentes y futuras.
“Efectivamente, los problemas crónicos de la sociedad actual son todas las patologías cardiovasculares, la obesidad, la mala alimentación, los hábitos de vida poco saludables vinculados al sedentarismo, todo este tipo de factores nos ponen en situación de riesgo para enfermar de modo crónico. La infancia en Canarias está en una situación de gran riesgo, porque el incremento del sobrepeso y la obesidad ha sido muy llamativo en los últimos años”.
-Usted luchó en la mejora del menú de los comedores escolares, en el Programa de Alimentación Saludable y Actividad Física en la Consejería de Sanidad, o en la Estrategia para la Nutrición, Actividad física y prevención de la Obesidad nacional.
“Fue un trabajo apasionante, hicimos un montón de cosas y me da pena que algunas no se continuaran, creo que es una tragedia. Incidimos en mejorar la alimentación de los comedores escolares, educar a las familias en mejorar la alimentación infantil, el plan de fruta y verduras, etc., pero la pandemia también paralizó algunas de estas actividades y para retomarlas cuesta un poco más. El que ha trabajado en la Administración pública sabe lo lento que es la toma de decisiones. Ahora estoy en Unicef haciendo esa presión para que los niños participen y tengan un lugar óptimo donde vivir y mejorar su bienestar”.

Rosa Suárez afirma que los niños deben ser valorados, respetados, escuchados y sus propuestas realizadas. | Fran Pallero


-Los peligros de las redes e internet están en aumento.
“Así es, Unicef presentó un informe sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia española. Tras ese diagnóstico hay que hacer muchas acciones, no solamente a nivel familiar, sino en la Administración. Sabemos que los adolescentes se comunican y divierten a través de los medios digitales y es de gran importancia que conozcan los riesgos. Uno de cada tres adolescentes hace un mal uso de Internet y las redes sociales, y uno de cada cinco podría estar enganchado a los videojuegos. Hay que vigilar el acoso escolar y el ciberacoso y es preocupante el aumento del juego y las apuestas online. Alertamos de la escasa supervisión parental a la hora de poner normas y límites en la accesibilidad digital. Es importante que los padres conozcan las tecnologías y sean un modelo a seguir. Lógicamente, las instituciones tienen que poner herramientas de protección y educación para proteger a los niños y la accesibilidad a buenas herramientas, y la industria tecnológica tiene que hacer buenas recomendaciones para que los niños puedan caminar por esas vías digitales sin riesgo”.
-Dejamos de llevar a los niños al parque, jugando entre otros iguales, para aparcarlos en casa dándoles una consola o un móvil.
“Ellos han nacido en la era de la digitalización y no podemos apartarlos, pero sí debemos poner de manifiesto los problemas existentes. Utilizan mucho el móvil y las nuevas TIC para comunicarse y relacionarse, hay un alto porcentaje que tienen más de un perfil en redes sociales, y también como divertimento, pero también hay riesgos que deben reconocer como el ciberacoso, el sexting, las conductas peligrosas del juego y las apuestas online, con el aumento de la ludopatía en esas edades. En definitiva, hay que regular los tiempos de uso digital y sacar tiempo para las relaciones interpersonales y el ejercicio físico”.
-Háblenos de las Ciudades Amigas de la infancia. ¿Qué significa esta iniciativa?
“Esta iniciativa de Unicef pone los derechos contenidos en la Convención de los Derechos del Niño que se firmó el 20 de noviembre de 1989 como prioridad. Entre esos derechos, uno fundamental es el de la participación dentro del marco de las Ciudades Amigas de la Infancia, por eso es importante el órgano de participación infantil. Se aprende a expresar los deseos y necesidades que cada niño, niña y adolescente. En Canarias son 12 los gobiernos locales que están en la iniciativa Ciudades Amigas de la Infancia (10 municipios y dos cabildos) y que abarcan un porcentaje de población infantil amplio. Ser Ciudad Amiga de la Infancia implica que los niños y adolescentes sean valorados, respetados, tratados justamente, que sus voces sean escuchadas, que expresen sus opiniones y que sus propuestas sean tomadas en consideración y que se realicen con una dotación presupuestaria. Hay una conexión entre los niños y los políticos creándose puntos de encuentro para caminar y solucionar estas peticiones. Hay que tener, primero, un diagnóstico de la situación de la infancia, realizar un plan de infancia que se ejecutará durante cuatro años, la dotación económica para ejecutar las posibles demandas infantiles y, sobre todo, un compromiso político del equipo de gobierno y de la oposición, todos deben estar alineados para llevar a cabo todo ese engranaje de participación”.
-¿Qué demandan a los gobernantes de sus municipios o Islas?
“Como niños y niños que viven en una localidad piden más seguridad en su entorno, y poder tener ese juego y ocio compartido con otros niños. Quieren parques, ludotecas y actividades para crecer. Se preocupan mucho por la situación de la infancia a nivel mundial, la problemática de la inmigración en las Islas y la pobreza de los niños que tienen en su entorno. Vemos una conciencia colectiva maravillosa”.
-¿Se atiende correctamente a los menores o adolescentes que llegan en cayuco o patera?
“No. Tenemos una de las rutas más duras y peligrosas de la inmigración a nivel mundial. Unicef presentó a finales de julio un informe sobre los niños migrantes en Canarias, visitando los centros de protección de la infancia, nos entrevistamos con policías, jueces y también con muchos menores. Palpamos las dificultades que siguen teniendo. Hay retrasos en las pruebas para determinar la edad y, además, la mayoría no tenía la documentación de residencia, hay un grave retraso en los trámites que les pone en riesgo de quedarse en situación irregular al cumplir 18 años. El sistema de acogida está saturado. Por tanto, solicitamos que haya una estrategia nacional que no solo actúe en la emergencia, sino en la reubicación de estos niños en otras regiones ante la falta de capacidad de las Islas para acogerlos, aportando dinero para su mantenimiento y coordinando una respuesta rápida. Y también hay que trabajar en la escolarización, algo fundamental para su integración y protección”.

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