Las pymes y las empresas juegan un papel fundamental en la descarbonización del planeta. Ayudar al cuidado del medio ambiente es el primer paso para cimentar un futuro más verde e inclusivo, y, por tanto, adoptar prácticas más eficientes energéticamente es una cuestión que está al alcance de cualquier pyme.
La incorporación a los negocios de directrices que disminuyan las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera permite a las empresas contribuir en la lucha contra el cambio climático y, a la vez, a ahorrar costes.
Mónica García, gestora de pymes de BBVA en La Orotava, subraya que calcular la huella de carbono es muy sencillo: “Lo único que tienen que hacer nuestros clientes empresariales es acceder con su usuario a BBVA Empresas. A partir de los movimientos relacionados con los gastos de electricidad, gas o combustible que se producen en las cuentas que el cliente tiene agregadas, sean de BBVA o de cualquier otro banco -y sin que tenga que añadir datos adicionales -, BBVA convierte los gastos en energía en toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera por la actividad empresarial”.
Los beneficios de la aplicación permiten a cualquier empresario poder adoptar medidas, que, “aunque requerirán de una inversión inicial, generarán una rentabilidad mayor para el negocio”, lo que conlleva reducir costes. Además, García destaca “que esta funcionalidad también está disponible para clientes particulares”. Las emisiones dependen del sector o el tamaño de la empresa, “pero lo importante es que cualquiera de nosotros, tanto empresas como particulares, debemos ser conscientes de nuestros niveles de emisiones para reducirlos, lo que se traducirá también en ahorros en la factura energética”, resalta Mónica García.
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