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El Tenerife ‘asalta’ La Romareda y se pone a un punto del ascenso directo (0-2)

Los blanquiazules logran un victoria de prestigio en Zaragoza con tantos de Elady y Mollejo, que les permite cerrar la primera vuelta en el tercer puesto de la tabla con 38 puntos
Imagen de recurso del encuentro entre el Zaragoza y el Tenerife en La Romareda. La Liga

Triunfo de prestigio, de esos que intimidan al resto de rivales. Pero lo que más asusta a los contendientes es el orden, agresividad, seriedad, fiabilidad y efectividad que volvió a lucir ayer el Tenerife en un campo de pretigio, La Romareda. El Zaragoza hincó la rodilla en la primera parte frente a los blanquiazules, especialmente en la primera parte, donde los visitantes cimentaron su contundente victoria. Elady y Mollejo pusieron patas arriba al equipo maño, que en la segunda parte lo intentó sin apenas poner en demasiados apuros a los de Luis Miguel Ramis, que acaban la primera vuelta a un solo punto del ascenso directo antes del parón navideño.

La primera parte arrancó con la lesión de Corredera, que pidió penalti en el área del Zaragoza cuando apenas se habían consumido tres minutos de partido. No señaló nada el colegiado de la contienda.

Tomó la iniciativa en el duelo el cuadro local, espoleado por el rugido de la grada maña. Sin embargo le faltaba efectividad y precisión al Zaragoza, que se encontró con un equipo tremendamente solidario, bien colocado y ordenado como el que más. Apenas inquietaban los de JIM a Soriano.

Sorprendieron muy pronto los visitantes, quienes aprovecharon una anticipación y robo de Pomares para adelantarse en el marcador. Llegaba el minuto 19 de encuentro y el lateral zurdo logró hacerse con un balón en zona defensiva y con un pase largo asistió a un Elady que recibió en la frontal del área maña. Zorrilla se fue hacia el centro ante tres zagueros que no le encimaron y con la puntera soltó un misil que dobló las manos del meta del Zaragoza. El potente disparo se convirtió en el 0-1 y en el séptimo tanto liguero de un Elady que es fundamental para este Tenerife.

El golazo pilló desprevenido al club aragonés, que quedó noqueado, circunstancia que aprovecharon los de Luis Miguel Ramis para asestar un nuevo gol. Volvió a aparecer Pomares en acción, esta vez en una acción por su banda. Tras recibir de tacón de Shashoua, el lateral puso un centro al segundo palo que cabeceó Mollejo a la perfección. La llegó a tocar el meta del Zaragoza, pero no pudo evitar que el 0-2 subiera el marcador. La Romareda enmudeció mientras que los pocos aficionados blanquiazules que había en la grada festejaban la segunda diana de su equipo.

Lo que restó de primera parte fue un querer y no poder de un Zaragoza que tenía más la posesión de la pelota (al descanso se llegó con 64% para los locales), pero que nunca le hizo daño a un Tenerife que peleó cada pelota como si la vida se le fuera en ello. Especialmente combativo e hiperactivo estuvo en estos minutos Mollejo, que además de marcar su segundo tanto liguero, vio una amarilla en refriega con Petrovic. Amonestación que le hará perderse el partido del día 2 de enero ante la UD Las Palmas.

La situación no cambió especialmente tras el descanso. El Zaragoza no fue capaz de calmar los nervios y la tomaron con el colegiado, al que le reclamaron varias decisiones que entendían que les perjudicaban.

La realidad es que eran completamente impotentes a la hora de intentar hacerle daño a un Tenerife que se dedicó a guardar con maestría el enorme botín que tenía a su alcance.

La única ocasión clara del partido de los maños llegó en el minuto 60, en un cabezazo de Álvaro Giménez que salió ajustado al poste. Ese fue todo el peligro que generó en la segunda mitad un voluntarioso pero acelerado equipo maño ante un ordenado conjunto insular que acabó sumando tres puntos muy importantes en su pelea por alcanzar la zona de ascenso directo que le queda, tras el triunfo, a un solo punto.

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