
Nervioso y feliz. Así se sentía ayer el escultor Julio Nieto tras inaugurar en la Plaza de España, en Santa Cruz, su obra Lo llevo bien. Una pieza, con forma de hombre y de árbol, de acero inoxidable, de cinco metros de altura y de 450 kilos de peso, que tiene una gran historia de amor detrás.
Y es que, hace siete años, esta obra fue expuesta durante semanas en el mismo entorno donde se encuentra hoy. Fue una exposición temporal que caló en el corazón de muchos chicharreros, que decidieron iniciar una campaña a través de las redes para recaudar dinero y comprarla. El objetivo no se cumplió y la pieza viajó por todo el mundo.
Siete años después, el hijo de Juan Fernández, diez veces campeón de España de automovilismo y un enamorado de Santa Cruz, decidió adquirirla y regalarla a la capital. Un gesto que el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, agradeció, ya que “el árbol humano que cuenta el idilio entre la ciudad y el artista es acogido por los chicharreros con los brazos abiertos”. “Un sueño hecho realidad”, según Nieto, que contó a DIARIO DE AVISOS que en la base del árbol, donde están los nombres de los que ayudaron a que se quedara, hay arena del volcán de La Palma. “Es un símbolo de que, en toda esa destrucción, crece la vida”, señaló el artista.