
Por Eugenio Díaz
Un interno del Centro Penitenciario Tenerife II se fugó ayer domingo aprovechando su paso por el Hospital de la Candelaria al objeto de recibir tratamiento médico, en información captada por vías extraoficiales.
La huida se produjo en horas del mediodía, cuando el preso fue conducido a la popularmente conocida como la Residencia por miembros de la Guardia Civil al objeto de que le hicieran una placa de rayos de un brazo a cuenta de una lesión.
Precisamente, dicha lesión impidió el uso de los habituales grilletes, que fueron sustituidas por bridas. Ello ayudó al fugitivo que, tras librarse de las mismas, se zafó de los guardias y huyó saltando un muro de varios metros de altura.
El posterior despliegue, en el que participaron policiales nacionales y locales, resultó insuficiente para dar con el ya fugitivo. Al parecer, los guardias civiles no contaron con refuerzos de sus compañeros al carecer de más miembros disponibles en ese momento.
En cuando a la identidad del huido, se sabe que era reo por la comisión de un delito de robo con fuerza y que muestra un aspecto muy característico, al tener muchos tatuajes incluso en el rostro.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad siguen en su busca.