
Para muchos, una noche de Reyes sin haber pasado antes por el Rastro de Santa Cruz, no son unos verdaderos Reyes. Este año, aunque las restricciones sanitarias obligan a la reducción del aforo hasta el 50%, mañana volverá a abrir sus puertas para recibir a los habituales compradores, para los que es ya una tradición comprar los últimos detalles en el mercadillo chicharrero. En esta ocasión el Rastro abrirá desde las diez de la mañana y hasta las doce de la noche, en la que viene siendo su ubicación desde que pudo reabrir en medio de la pandemia, en la avenida de La Constitución.
Los comerciantes confían en poder recuperar algo de ingresos después de un año de fuertes restricciones con un horario que, aunque hubieran preferido que fuera más amplio, les permitirá mantener la actividad.