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El impacto del conflicto bélico en Canarias

La guerra tendrá consecuencias económicas indirectas en las Islas con subidas de precios insostenibles que provocarán un efecto inmediato en el empleo
El impacto del conflicto bélico en Canarias
El impacto del conflicto bélico en Canarias
El impacto del conflicto bélico en Canarias

Un guerra siempre trae consecuencias económicas devastadoras y la invasión de Ucrania por parte de Rusia no será menos. La mayor o menor afección sobre la economía dependerá de cuánto se prolongue este conflicto, pero desde que el 24 de febrero Putin decidiera dar rienda suelta a su afán expansionista, Europa se está empobreciendo cada vez más porque los precios se han disparado. Luz, gas, combustible, aceite, trigo, cereales, acero… entre otros muchos, han multiplicado su coste.

Tenemos claro que la repercusión directa del conflicto ruso-ucraniano en la economía de las Islas es relativa. Ninguno de estos dos países es relevante en nuestras exportaciones o importaciones directas, por tanto no nos afecta tanto como a otras regiones más dependientes del gas o del acero. Sin embargo, tendrá consecuencias claras y profunda en la economía de las Islas de manera indirecta, como ya estamos viendo. No hay más que llenar el carrito de la compra o acudir a una estación de servicio a llenar el depósito del coche para comprobar que los precios se han casi triplicado. Es cierto que ya la energía y el coste de algunas materias primas era excesivo antes de la invasión de Ucrania, pero la mayoría de los expertos y empresarios confiaban en que a mediados de año la inflación volviera a cifras “razonables” una vez solucionado el problema de suministros provocado por el parón en la producción por la pandemia.

Bloomberg Economics ha realizado un análisis de los efectos del conflicto en tres escenarios que catalogan en leve, moderado y severo. El Gobierno de Canarias ha hecho un estudio también de este posible impacto en las Islas y recoge estos tres escenarios. En el primero, que se daría con un rápido final del conflicto, evitaría una mayor espiral de los mercados de materias primas, no afectando en gran medida a las recuperaciones de EE.UU. y de la UE, que seguirían su marcha. Los bancos centrales tendrían que retocar algo sus planes, pero no desecharlos. Este escenario, el más optimista, no ve interrupciones en los suministros de petróleo y gas, con los precios estabilizándose en sus niveles actuales. Las condiciones financieras se endurecerían, pero sin una caída sostenida en los mercados globales. Más o menos la situación se quedaría como está ahora, pero con visos de recuperarse a finales de año.

En el segundo escenario, con un conflicto más prolongado, una respuesta de Occidente más dura e interrupciones en las exportaciones rusas de gas y petróleo generaría un mayor shock energético y un duro golpe para los mercados globales. Esto probablemente eliminaría las subidas de tipos del BCE este año, mientras que el ajuste de la Fed se desaceleraría. Algunos propietarios de petroleros están ya evitando tomar crudo ruso hasta que tengan más claridad sobre las sanciones. Los principales gasoductos que atraviesan Ucrania podrían verse afectados por los combates y una interrupción limitada del suministro podría empeorar el impacto en los precios de la energía. En este escenario es probable que Europa pueda mantener las luces encendidas, pero sin duda habría un impacto material en el PIB.

En el peor de los escenarios, el más largo en el tiempo, se cortaría el suministro de gas de Europa, lo que desencadenaría en una recesión, mientras que EE.UU.soportaría unas condiciones financieras significativamente más estrictas, un mayor impacto en el crecimiento y una Reserva Federal notablemente más moderada. Al enfrentarse a sanciones máximas de EE. UU. y Europa, como ser excluido del sistema Swift de pagos internacionales, Rusia podría tomar represalias cerrando el flujo de gas a Europa. Esto sería descabellado: los funcionarios de la Unión Europea ni siquiera lo consideraron el año pasado cuando realizaron una simulación de 19 escenarios para poner a prueba la seguridad energética del bloque. Aún así, el BCE estima que un shock de racionamiento de gas del 10% podría reducir el PIB de la zona del euro en un 0,7%. Si ampliamos esa cifra al 40%, que es laa parte del gas de Europa que proviene de Rusia, implicaría un impacto económico del 3%, aunque la cifra real puede ser significativamente mayor, dado el caos que probablemente desencadenaría una crisis energética sin precedentes. Esto significaría una recesión.

Lo peor que llevan los mercados es la incertidumbre y las guerras son absolutamente imprevisibles. En todo caso, hay que tener en cuenta que estamos en una economía global, con lo que será muy raro que haya desabastecimiento de algún tipo de productos. Otra cosa es que al haber más demanda y menos oferta el precio suba.

España importa el 20% de sus cereales de Ucrania y este país ha bloqueado sus exportaciones para garantizarse su propio suministro. Habrá que buscar este cereal en otros mercados y Rusia es el tercer mayor productor del mundo y tampoco podremos contar con este mercado. No obstante, disponemos de grandes productores en la Unión Europea, como Alemania, Polonia, Rumania, Bulgaria o Letonia. Además, hay que tener en cuenta que los cereales son utilizados como materia prima en múltiples productos y no solo en la panadería, sino también en pastelería, aperitivos, aceites, salsas, pasta, cerveza, bebidas espirituosas e incluso como pienso para animales.

En cuanto a los carburantes, Rusia es el cuarto suministrador a España y representa el 7,2% del total. Sin embargo, aquí será más fácil encontrar otros proveedores, aunque también esperamos que el precio suba. Al mismo tiempo, puede haber problemas con otros productos, como puede ser las latas, ya que Rusia es uno de los principales exportadores del acero empleado en la fabricación de latas que después contienen leche condensada u otros artículos. También repercutirá en la fabricación de electrodomésticos, máquinas, automoción y en productos electrónicos.

Para solucionar esta escalada frenética de los precios, los ganaderos ya han pedido ayuda al Gobierno exigiendo una revisión del REA y aumentar el precio de la leche, además de ayudas extraordinarias. Los márgenes de los ganaderos, que adquieren el pienso, los cereales y el trigo mucho más caro, no llegan y muchos están abocados a la quiebra. En cuanto a la luz y carburantes, transportistas, la industria, taxistas, pescadores y un largo etcétera de sectores están exigiendo al Gobierno que reduzca los impuestos de la luz y los combustibles para que puedan reducir la factura eléctrica que está fundiendo los beneficios. La guerra continúa, pero está en manos de los Gobiernos tomar las medidas para que las consecuencias del conflicto sean menos drámáticas para la economía.

Las repercusiones económicas del conflicto en Canarias serán indirectas

El turismo ruso en Canarias está concentrado en Tenerife, con el 97% del total. Además, varias compañías aéreas ofrecían vuelos directos entre Moscú y San Petersburgo con Tenerife. En 2013 se registró el máximo de visitantes, con 152.000 personas. A esto hay que sumar que otros países como Turquía permiten que viajen a su país sin necesidad de visado. Sin embargo, y a pesar de que su importancia es relativa, es el turista que por nacionalidad más gasta durante su estancia en las Islas con una media de 75,82 euros por día, por delante de otros como noruegos, 48,14 euros, suizos, 41,76 euros, o británicos con 33,14 euros, es el ruso.

Los datos

Ucrania
El país invadido por Rusia el 24 de febrero es nuestro 26º socio comercial, con unas ventas de más de 7,4 millones en 2021, sobre todo de pescado.

Rusia
es nuestro 51º socio comercial con unas operaciones que no llegan a los 2 millones de euros, principalmente de ropa y calzado, dulces y chocolates.

Acero
Rusia es uno de los principales exportadores del acero empleado en la fabricación de latas que después contienen lecha condensada u otros artículos.

Importaciones
Rusia ocupa la posición 52 en nuestra clasificación mundial de proveedores, con unas compras por valor de 4,7 millones al año, principalmente semillas oleaginosas (que incluye el aceite de girasol), madera y abonos.

Inversión
La participación de la inversión procedente de Rusia se cifra en solo 9.200 euros y la de Ucrania en 1.400 euros. En consecuencia, la suma de la inversión rusa y ucraniana fue de 10.600 euros, esto es, apenas el 0,01% de la inversión extranjera total realizada en el Archipiélago en 2019.

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