guerra en ucrania

Mariúpol se queda aislada y Ucrania pierde el acceso al mar

El alcalde calcula que el 80% de los edificios han sufrido daños o están destruidos, tras dos semanas bajo asedio total; la policía regional asegura que ha habido ataques a zonas residenciales en Donetsk
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Imagen del Hospital infantil de Mariúpol tras el salvaje ataque de ayer, con, al menos, 17 heridos. Reuters

El ministro de Defensa de Ucrania reconoció ayer que su país ha perdido el acceso al mar de Azov, después de que las tropas rusas hayan ido estrechando el cerco a través del puerto de Mariúpol, logrando acceder al centro de la ciudad. Los combates ya se desarrollan en las calles céntricas de esta urbe estratégica, que lleva más de dos semanas bajo total asedio.

“Los invasores han obtenido victorias parciales en el distrito de operaciones de Donetsk, privando a Ucrania temporalemente de acceso al mar de Azov”, señaló en un comunicado el ministro. Han pasado ya varias horas desde que lo emitiera y no ha habido modificaciones en el mensaje ni se sabe si las fuerzas ucranianas han recuperado ya el acceso al mar.

“No queda nada del centro de la ciudad”, aseguró el alcalde, Vadym Boychenko, a la BBC. Boychenko lamentó que el 80% de los edificios de viviendas estén dañados o destruidos. Además, el Ejército ruso ha destruido casi por completo la planta metalúrgica de Azovstal, una de las más grandes de Europa, de acuerdo con el Ministerio del Interior ucraniano. “Según nuestras informaciones, hemos perdido ese gigante económico. Una de las plantas metalúrgicas más grandes de Europa ha sido completamente destruida”, dijo el ministro del Interior, Vadym Denysenko.

“Es posible que Putin haya dado personalmente la orden de destruir toda la ciudad. El objetivo de Putin no es desmilitarizar Ucrania, sino desindustrializarla y que tengamos que volver a construir nuestras plantas en las próximas décadas”, agregó.

El viernes, el Kremlin señaló que sus tropas estaban “estrechando el cerco” alrededor de Mariúpol, donde se estima que el 80% de los hogares de la ciudad se han visto afectados por los bombardeos, y más de 1.000 personas pueden estar atrapadas todavía entre los escombros que han caído sobre los refugios antiáreos improvisados que usaron para protegerse de los ataques rusos en el teatro.

Mariúpol goza de una posición estratégica en la costa del mar de Azov y se ha convertido en un objetivo primordial para Rusia desde que su presidente, Vladímir Putin, tomara la decisión de invadir Ucrania el pasado 24 de febrero.

Esta ciudad portuaria, de medio millón de habitantes, se encuentra enclavada entre la anexionada península de Crimea (al oeste) y la región de Donetsk (al este), cuyo territorio está parcialmente controlado por separatistas prorrusos. Rusia venía anunciando desde el pasado día 1 que se había hecho con el control del mar de Azov y había cortado el acceso de los soldados ucranianos. Además, los bombardeos presuntamente rusos dejaron ayer decenas de muertos en varias ciudades ucranianas, según informaciones de las autoridades locales.

El alcalde de Mikolaiv, Alexander Senkevich, informó de un bombardeo lanzado desde la región de Jersón que habría causado “decenas” de víctimas mortales. Según el alcalde, ni siquiera hubo tiempo de activar la alarma antiáerea. Parte de los muertos son militares, algunos medios hablan de 40, pero en los alrededores de Kiev han muerto al menos siete civiles, y cinco han sido hospitalizados después de que los rusos, según la policía regional de Kiev, bombardeara zonas residenciales.

También en la región de Donetsk se han producido ataques en zonas residenciales, afirmó la policía regional. El Ejército ruso bombardeó pueblos y aldeas con aviones, cohetes y artillería pesada, incluido el uso de armas de racimo, según las autoridades ucranianas. De hecho, un misil hipersónico ruso lanzado desde un caza destruyó un almacén subterráneo ucraniano en Deliatin que contenía misiles y municiones de aviación.

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