
No ha sido una época fácil para los agricultores palmeros. Primero fue el temporal de calor y viento del verano pasado. Poco después llegó el incendio urbano-forestal que en agosto golpeó a El Paso y Los Llanos. Y después la erupción de un volcán que arrasó fincas y dejó sin riego a los terrenos que se salvaron en la zona sur de las coladas. Ahora, tras un 2021 para el olvido, poco a poco se empiezan a ver brotes verdes.
“Los hijos de las matas perdidas empiezan a florecer”, apunta Carlos Rodríguez, propietario de unos terrenos de plátanos en El Remo. “A pesar de todos los problemas que ha habido, creo que este verano voy a tener producción”, afirma Tomás Sosa, otro agricultor de El Remo. Esta mejoría la comprobaron en primera persona la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, y el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena. Ambos consejeros visitaron junto al presidente del Cabildo, Mariano Hernández, y un equipo de expertos, algunas de las plataneras afectadas por el volcán.