La Sección Segunda de la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife acogerá la próxima semana el juicio con tribunal del jurado contra el asesino confeso de su expareja en Santa Úrsula, a la que le asfixió practicándole un ‘mataleón’ y luego ocultó su cadáver en una fosa séptica.
El fiscal pide para el acusado una pena de 20 años de cárcel por el delito de asesinato, con el agravante de parentesco y el atenuante de confesión, y otros 9 meses por el delito de quebrantamiento de condena, pues tenía en vigor una orden de alejamiento respecto a la víctima.
De hecho ella, que tenía 43 años, era objeto de seguimiento a través del programa Viogén de protección de víctimas de violencia de género, pues había roto con su asesino después de que la agrediera durante el confinamiento por la pandemia de la covid-19.
Los hechos se remontan a julio de 2020, cuando el acusado, que tiene una dependencia a los opiáceos que en todo caso no altera sus facultades intelectivas ni volitivas (sabía lo que hacía y las consecuencias de sus actos), quedó en visitar a su ex en su casa.
asesino de su expareja
Según se recoge en el escrito de calificación, tras discutir con ella y “con ánimo de acabar con su vida”, se colocó a su espalda para evitar que pudiera defenderse y le hizo la técnica del ‘mataleón’, causándole la muerte por estrangulamiento.
Mantuvo el cadáver de la víctima en el lugar y luego lo introdujo en una fosa séptica ubicada en el garaje de la vivienda.
Un vecino que llevaba tiempo sin ver a la víctima dio la voz de alerta.
El acusado reconoció la autoría del crimen y dio indicaciones a la comisión judicial de dónde había ocultado el cuerpo.
El Ministerio Fiscal pide que en la vista oral testifiquen los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la investigación y la intervención como peritos de los autores de los análisis toxicológicos, biológicos, hispatológicos y forense, así como de la evaluación del acusado sobre su imputabilidad y capacidad.