
Por Benjamín Reyes
El nombre de Rodrigo Bellot (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 1978) quizá no concite la atención del espectador medio, pero ha trabajado con grandes personalidades del cine haciendo labores de casting para Steven Soderbergh (Che: El Argentino y Che: Guerrilla) o Icíar Bollaín (También la lluvia). Aunque su nombre no es conocido en España, en el circuito de festivales es un sospechoso habitual (su ópera prima, Dependencia sexual, se exhibió en Locarno) y es artífice de ¿Quién mató a la llamita blanca?, uno de los films más taquilleros del cine boliviano.
-Tuvo un debut fulgurante con ‘Dependencia sexual’ (2003), que se seleccionó en Locarno.
“Tenía 21 años cuando hice esta película. Fue un momento clave para entender cómo funciona el circuito de festivales y el contacto con el público. Fue una película casi autobiográfica. Lo cual la conecta con Tu me manques, mi película más personal, y supone un cierre de página en mi carrera”.
-¿Por qué cree que ‘¿Quién mató a la llamita blanca?’ (2007) se convirtió en una de las películas más taquilleras del cine boliviano?
“Empecé a rodar cine en un momento coyuntural propicio. En la sociedad boliviana había una necesidad de reírse del absurdo de la realidad que estábamos viviendo. Bolivia es un país de película. El film llegó al corazón de la gente y lo hizo suyo. Algunas de las frases de la película han pasado al habla popular. Aparte de la más taquillera es la más pirateada. Lo que se pierde en gloria se gana en eternidad”.
-¿Cuál es el panorama del cine boliviano?
“Paradójicamente, ante el actual contexto de crisis económica y política, Bolivia tiene la mayor diversidad de cineastas de su historia. En 2019 se estrenaron 60 películas, lo cual es un récord en mi país. Estamos ganando premios en festivales internacionales. Espero que sean otros países los que muestren el cine boliviano en el mundo”.
-Entre ‘Perfidia’ y ‘Tu me manques’ transcurren 10 años. ¿A qué se dedicó en este tiempo?
“En ese periodo tuve la suerte de que me contrató Steven Soderbergh para que me encargará del casting de Che: El Argentino y Che: Guerrilla, con Benicio del Toro. Me convertí en su mano derecha justo después de ganar el Óscar por Traffic. Él se convierte en mi mentor. Al ganar Benicio del Toro la Palma de Oro en Cannes, la gente ve mi nombre y empiezan a hacerme ofertas que no se pueden rechazar, proyectos que ganaron en Sundance o Berlín, con directores como Terrence Malick o Icíar Bollaín. Estuve 10 años dirigiendo castings de películas internacionales”.
-‘Tu me manques’ (2019) es una defensa de los derechos de los homosexuales. ¿Cuál es la situación de los gais en Bolivia?
“Con este film encontré el proyecto idóneo para volver a dirigir. Se basa en una tragedia que pasó en mi vida. He convertido algo negativo en algo positivo: volver a rodar cine desde mi punto de vista. Cuando hace cinco años se estrena la obra de teatro homónima, la comunidad LGTBI es invisible en Bolivia. En este lustro, gracias al trabajo de los activistas, observo un avance y la película es seleccionada para representar a mi país en los Óscar y los Goya. Aunque todavía falta mucho camino por recorrer”.
-¿Por qué su siguiente película, ‘Blood-Red Ox’ (2021), está adscrita al cine de terror?
“Después de terminar de rodar y montar Tu me manques acabé extenuado. Mis amigos me aconsejaron que volviera a la base. Me hicieron preguntarme: ¿por qué hago cine? Me aconsejaron que no hiciera otra película con tanta trascendencia. Nunca había hecho cine de terror. Quiero sacarme el estigma de director trascendental y quiero volver a divertirme haciendo cine”.