El aparcamiento subterráneo de la plaza Weyler, que cuenta con más de 500 plazas, es uno de los más caros de la ciudad, con 2,3 euros la hora. Una tarifa que según la revisión de precios de los aparcamientos públicos que está realizando el área de Servicios Públicos, al frente de la que está Carlos Tarife (PP), no se ajusta a la concesión que se le otorgó en 1993 a la empresa que lo gestiona, Parking Tenerife.
En base a los cálculos realizados por los técnicos de Servicios Públicos, el precio de la hora debe estar fijado en 1,50 euros, por lo que ha ordenado al concesionario que rebaje esos 80 céntimos de más que cobra en la actualidad. Además, en el cálculo del pago del canon anual que debería haber abonado la empresa desde que accedió a la concesión, estima el Ayuntamiento que se han de actualizar algo más de 6.000 euros.
En el informe que el Consistorio ha enviado a la empresa se establece, por tanto, que ha de fijar la tarifa máxima aplicable en 1,50 eros la hora, (IGIC incluido), lo que equivale a 0,025 euros el minuto. Se le da un plazo de un mes para que proceda a la aplicación de dicha tarifa en el citado aparcamiento.
Además fija el importe del canon que procede abonar este año en 12.404 euros al trimestre, lo que se traduce en algo más de 49.000 euros al año.
Según los cálculos municipales, la empresa venía pagando unos 3.000 euros al año menos que lo que le correspondía para la concesión pública, por lo que ha de pagar esos 6.000 euros correspondientes a los últimos tres años, ya que lo máximo que se puede reclamar son cuatro años hacia atrás.
La empresa concesionaria, Parking Tenerife S. A., se dirigió en dos ocasiones al Ayuntamiento para comunicar la actualización de precios, pero nunca recibió respuesta oficial aceptando o denegando la solicitud, de ahí que se hayan rechazado las alegaciones presentadas por la empresa.
Servicios Públicos se encuentra revisando las tarifas de todos los aparcamientos públicos de la ciudad, siendo el de Weyler el tercero al que se ha dirigido indicando que debe reajustar sus tarifas según la fórmula que viene recocida en el pliego de condiciones que permitió la adjudicación en cada caso.