Me ocurre a menudo que me preguntan qué hace Casa África y en qué consiste esto de hacer diplomacia pública. Tras varios ejercicios inciales de describir el marco teórico de la diplomacia pública, llegué a la conclusión de que era mucho más fácil explicarle a mis interlocutores las actividades que teníamos esa semana en concreto en la institución para, de esta manera, darles a entender en qué consiste esto de crear redes y contribuir, en la práctica, a que África y España estén cada vez más cerca.
Hoy voy a tratar de hacer lo mismo, pero para que vean la intensidad de la actividad (el pasado 2021 superamos las 400 actividades y más de 200 artículos publicados o traducidos a través de nuestra web) voy a contarles solo lo que hicimos un día, este pasado martes 5 de abril, en Casa África.
Por la mañana tuvimos el inmenso honor de organizar un acto junto al Centro de Cooperación con África (CCA) de Cruz Roja, que nos permitió hacer algo que yo llevaba tiempo deseando: rendir homenaje a Cruz Roja, agradecerle la labor inmensa que realizan desde Canarias no solo en este CCA ubicado en el Puerto de la Luz y de Las Palmas, sino a pie de playa con los migrantes cuando llegan en pateras y cayucos y, en el continente africano, en multitud de emergencias ante las que están actuando.
El evento en Casa África se realizó en el marco de la reunión en Las Palmas de Gran Canaria de la ACROFA, la Asociación de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja para el África francófona, lusófona e hispanófona (ACROFA). El encuentro nos permitió tener juntos a los principales responsables de esta organización en nuestros países vecinos, y especialmente de los países que forman el llamado grupo Sahel Plus, que se dedica a las emergencias surgidas en la región del Sahel, ahora mismo una prioridad para nuestro país, como ya les he apuntado en diversos artículos anteriores.
Así que pudimos conocer el trabajo en el terreno que está realizando Cruz Roja en el Sahel, un escenario de inseguridad, con un clima cada vez más adverso y en un entorno políticamente inestable que contribuye cada vez más a los movimientos migratorios, algo que como todos saben, en Canarias vivimos muy de cerca.
Junto a los representantes africanos, la aportación de Casa África fue invitar al periodista José Naranjo, que en 20 minutos realizó un análisis certero, completo y muy entendible de lo que ha pasado en el Sahel en los últimos diez años, ya que hace pocos días se cumplía una década del inicio de la revuelta tuareg y la posterior proclamación de un Estado Islámico en el norte de Mali por los yihadistas, que fue la semilla inicial de una espiral que, paso a paso, se ha ido agravando hasta el momento actual.
La mañana no solo estaba centrada en el Sahel, sino especialmente en el fenómeno migratorio, ya que por todos es bien sabido el fundamental papel que tiene Cruz Roja en este terreno. Con ellos, reflexionamos sobre la experiencia que ha supuesto para Canarias la atención a pie de playa o a pie de muelle, o aprendimos cómo es el viaje con un antiguo ocupante de un cayuco que hoy, tras formarse en nuestro país y empezar a colaborar con Cruz Roja, es el máximo responsable de la organización en Níger, uno de los países clave para el tránsito de migrantes.
Impresionante también fue la presencia, propiciada por Casa África, del delegado de la Agencia EFE en Canarias, Chema Rodríguez, al que le pedimos que hiciese un balance numérico de lo que ha sido la llamada Ruta Canaria de la inmigración en los últimos 20 años en Canarias. La conclusión que nos preparó Chema, que su agencia de noticias distribuyó a modo de noticia por todo el mundo fue demoledora: los cálculos constatan que la Ruta Canaria de la inmigración es sin duda la ruta migratoria más peligrosa del mundo.
De hecho, Chema Rodríguez nos aportó dos datos demoledores: El primero, que uno de cada cinco migrantes muertos o desaparecidos contabilizados el año pasado por la Organización Internacional de las Migraciones en todo el mundo perdió la vida en la Ruta Canaria (1.109 en Canarias de 5.795 contabilizados por todo el mundo, el 19,1%).
Y el segundo, que si se cruzan los datos de llegadas de inmigrantes que proporciona Frontex con los de muertos y desaparecidos de la OIM, se aprecia que el año pasado en la Ruta Canaria murió una persona de cada 20 que intentaba la travesía (4,9 %). Es más del doble que en el Mediterráneo, donde pereció el año pasado una persona por cada 51 que desembarcaron en tierra (1,9 %).
La conclusión a la que llegaron todos los ponentes es que esta situación no puede seguir así, y que debe mejorar el control, vigilancia y salvamento de las aguas por las que transita esta ruta para frenar, por fin, esta insufrible sangría de muertos, de seres humanos que huyen de muy diversas situaciones (guerra, persecuciones políticas, hambrunas, etc…) o que solo buscan una oportunidad de tener una vida digna. Solo en los tres primeros meses del año se maneja una cifra cercana a los 175 fallecidos en el mar, en el intento de alcanzar nuestras costas.
VIAJE A SENEGAL
Tras esta intensa mañana de reflexión y aprendizaje, por la tarde, y sin salir de Casa África, vivimos la oportunidad de viajar a Senegal, en un precioso y muy concurrido evento que formaba parte de la Semana Internacional de Senegal, una colaboración con el Vicerrectorado de Internacionalización, Movilidad y Proyección Internacional de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). En el acto de apertura, además del vicerrector Jin Taira, me acompañaron el primer consejero de la Embajada de Senegal en España, el señor El Hadji Momar Cisse, la cónsul de Senegal en Canarias, Katia Von Bockel y el profesor de la ULPGC, el africanista Germán Santana.
Dos alumnas senegalesas del master de estudios hispano-africanos de la ULPGC, Soda y Constance, realizaron presentaciones para mostrarnos las principales manifestaciones culturales senegalesas y los maravillosos rincones que ese país puede brindarnos para hacer turismo. Ahora que empezamos a retomar la normalidad, Senegal es un país impresionante y una fantástica puerta de entrada para aquellos que se decidan por fin a visitar, conocer y disfrutar de un país de África subsahariana. Es un país seguro, estable y que siempre ha destacado en todo el conjunto de África occidental por la coexistencia pacífica entre sus ciudadanos.
Tras este bonito viaje por la cultura y el turismo en Senegal, bajamos al patio de Casa África, que se engalanó para que Marguerite Nicole Tavarez, una cocinera senegalesa que lleva ya unos cuantos años en Canarias, mostrase al público cómo se prepara el plato más conocido y tradicional del país, el sabroso Thiebou dienne, un arroz con pescado que conlleva una laboriosa preparación y que a la hora de comer se convierte en sí mismo en una muestra de la hospitalidad senegalesa, la llamada Teranga.
De hecho, más que un evento de cocina en directo, la explicación de Nicole constituyó un bonito ejercicio de cómo es en la práctica esa teranga, cómo es la idiosincracia de nuestros vecinos en la cocina, comiendo y compartiendo comidas. Un bonito aprendizaje que permitió, además, que todos los asistentes se fueran a casa con una pequeña muestra de este suculento plato, el plato estrella de nuestro país vecino.