La erupción del volcán de Cumbre Vieja, como otras catástrofes que tienen lugar a lo largo y ancho del mundo, ha ocasionado movimientos poblacionales, especialmente entre los tres municipios que conforman el Valle de Aridane: Los Llanos, El Paso y Tazacorte. El primero de ellos, que es el más poblado de la Isla Bonita, afronta un reto mayor, si cabe. No solo ha sido la localidad que mayor superficie ha visto sepultada por las coladas de lava. También está emprendiendo acciones para evitar que esta situación provoque una diáspora que le haga disminuir de manera severa el número de habitantes.
En este sentido, la alcaldesa aridanense aboga por aplicar medidas extraordinarias ante un fenómeno natural igualmente extraordinario. Noelia García (PP), en declaraciones a DIARIO DE AVISOS, afirma que la fórmula para frenar el desarraigo pasa por permitir que “los vecinos puedan seguir empadronados donde lo estaban, aunque su casa esté debajo del volcán, hasta que tengan un domicilio definitivo”. Una estrategia que ha planteado recientemente al Comisionado Especial para la reconstrucción, Héctor Izquierdo (PSOE), y que debería llegar al Consejo de Ministros.
A juicio de la regidora popular, la problemática en torno a la demografía del municipio “tiene fácil solución, y es que el Gobierno de España saque un decreto” con el que se dé luz verde a dicho mecanismo “por un periodo temporal de dos o tres años”. Entiende que hay una fórmula provisional, la de los empadronamientos sociales, consistentes en que los ciudadanos figuran censados en instalaciones propiedad del Ayuntamiento. Sin embargo, sostiene que, “anímicamente”, constituye “la mayor de las mortificaciones para las familias”.
Preguntada por el último dato actualizado del censo, García detalló que este ascendía a “21.380 personas”. “Es el dato real que tiene el Ayuntamiento de Los Llanos”, dijo. No obstante, advirtió de que hay una variación respecto a la cantidad que próximamente aprobará el Gobierno central, que será de 20.500 habitantes. Esto se debe, prosiguió diciendo la alcaldesa, a que se toma como referencia la información del año anterior, y está relacionada también con la presencia de extranjeros. Pone como ejemplo Arona (Tenerife), un municipio eminentemente turístico del Archipiélago, donde también acostumbran a ocurrir alternaciones del mismo tipo.
ELECCIONES DE 2023
Otra arista de los flujos de población tiene que ver con las elecciones municipales y autonómicas que se celebran el año que viene. Según la Ley Electoral, a las localidades a partir de 20.001 habitantes -que no superen los 50.000- les corresponde una corporación de 21 concejales, mientras que el escalón inferior, con un umbral de 10.001 a 20.000 personas censadas, reduciría el Pleno a 17 ediles. No obstante, Noelia García plantea dudas sobre la situación en la que se encontrará Los Llanos de Aridane dentro de unos meses, aparte del dato que empleará el Gobierno antes de la cita con las urnas.
“Del 19 de septiembre a ahora, el censo ha variado unas 300 personas”, dijo, al tiempo que valoró esta alteración como “nada significativo”, sobre todo porque influyen más factores, no solo la erupción, como la ya mencionada presencia de extranjeros. Ahora bien, las elecciones le suscitan interrogantes: “No sé qué dato tendremos en los tres meses previos a las elecciones, que es cuando se cierra el censo electoral, si se puede bajar de los 20.000 habitantes. Habrá que esperar a la cifra que proponga el Ministerio en febrero o marzo”.
Eso sí, aclara que las elecciones “se van a convocar”, al menos formalmente, “con el dato que se apruebe en diciembre de este año, que es el que está propuesto por el Consejo de Ministros, de 20.500 personas”.