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Canarias no da su beneplácito al despliegue de la OTAN y espera a la cumbre

Olivera aclara que ni siquiera se ha debatido nada al respecto, pero que la idea es hacer “seguimiento” ante posibles “amenazas”
otan en canarias
Demostración de la fragata ‘Reina Sofía’ en su participación en una operación de la OTAN. EP

El viceconsejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, Antonio Olivera, volvió a clarificar ayer que el Ejecutivo autonómico no apoya la creación de bases de la OTAN en el Archipiélago ni el despliegue de una flota militar en aguas de las Islas para reforzar la seguridad en el Flanco Sur, pero sí aboga por aumentar el “seguimiento” ante las posibles “amenazas” que puedan surgir en El Sahel.

En una rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno, apuntó que este extremo “no está sobre la mesa ni está debatido” y será en la cumbre que celebrará la Alianza Atlántica a final de mes, que tendrá lugar en Madrid, donde se empezarán a presentar propuestas. Y no será el único asunto de relevancia en la política expansionista del órgano: también se abordarán las candidaturas presentadas por Suecia y Finlandia, que se han visto empujadas a abandonar su tradicional neutralidad ante la amenaza de Rusia.

El viceconsejero canario dijo, por otra parte, que en el seno del Gobierno no se ha debatido internamente sobre el posible despliegue de la OTAN en el sur de Europa, y precisó que el fortalecimiento del Flanco Sur está en cuestión desde la época de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y también fue apoyado por la Administración Rajoy. Cabe destacar, en este punto, que dos de los miembros del cuatripartito isleño, Podemos y Nueva Canarias, se oponen al despliegue de la Alianza.

El portavoz de los nacionalistas progresistas en el Parlamento regional, Luis Campos, expresó que “en estos momentos” la seguridad de la Comunidad Autónoma “es óptima”, hecho que, de acuerdo con su alegato, justificaba la negativa de su formación política a acoger nuevas bases o tropas.

De lo que se trata, indicó Antonio Olivera, es de “no establecer bases”, sino estar “pendientes” a través de los sistemas de inteligencia de “los riesgos” que puedan venir del norte de África y El Sahel, una “zona cercana a Canarias”. “Lo que interesa es que la Alianza esté preparada y lista para actuar y hacer un seguimiento de posibles movimientos”, destacó.

CIBERSEGURIDAD

Ya en la jornada anterior, la del miércoles, era el presidente canario, Ángel Víctor Torres, el que matizaba su postura respecto a este asunto. Aseguraba que no se trata de “poner portaviones o nuevas bases”, sino “aumentar la seguridad en el Flanco Sur de Europa en aspectos como la ciberseguridad”. Una materia sobre la que, como adelantó en exclusiva DIARIO DE AVISOS a principios del mes de mayo, versa en parte el conflicto que actualmente se desarrolla en el Este del viejo continente.

En concreto, este periódico, citando fuentes del Ejecutivo, dio a conocer que las administraciones y sector público dependiente del Gobierno regional había sufrido 1.500 ataques desde el inicio de la invasión. Los mismos, procedían del entorno de Ucrania, Rusia y Bielorrusia, y eran de distinta naturaleza. Eso sí: todos habían sido repelidos por los sistemas de seguridad puestos en marcha por la Dirección General de Telecomunicaciones y NNTT.

Una cita con el expansionismo de la Alianza como eje central

En la cumbre que la OTAN celebrará a finales de mes en Madrid no solo se hablará del Flanco Sur, sino también se analizarán en detalle las solicitudes presentadas por Suecia y Finlandia para pasar a ser aliados. Ambos países han abandonado su tradicional postura de neutralidad, debido a que, según dijeron, se han sentido amenazados tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, con la que sendas naciones comparten frontera. No obstante, por ahora se han topado con la negativa de Turquía, que podría dinamitar su adhesión al ser necesaria unanimidad. Desde Ankara afirman que suecos y finlandeses acogen en su territorio a “terroristas”: opositores turcos.

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