La guerra en Ucrania fue el eje sobre el que giró ayer la Comisión de Asuntos Europeos y Acción Exterior del Parlamento de Canarias. En dicho foro, el vicepresidente del Gobierno, Román Rodríguez, aseguró que el Archipiélago es de las regiones que saldrán más indemnes -a nivel económico- de las consecuencias del conflicto bélico en Europa del Este, al menos a medio plazo. No obstante, advirtió de que “vienen curvas”, dado que esta situación “tensiona la economía con una auténtica carcoma, que es la inflación”.
Un parámetro que en prácticamente todo el mundo “alcanza los dos dígitos”, recordó, para detallar que “esto ocasiona el empobrecimiento de las familias, empresas y administraciones”. Asimismo, hizo un repaso por otras problemáticas que se han presentado en los últimos tiempos, como las que han afectado a las cadenas de producción o al transporte. Y dijo entender que las medidas para paliar sus efectos “tienen que ser necesariamente globales”.
Siguiendo esta misma línea, aludió a las declaraciones de “analistas americanos y algunos europeos, que plantean que hay que parar la inflación aunque se genere una recesión”. Un razonamiento que, afirmó, “se empieza a consolidar”. “Tenemos una economía muy elástica y lo que pase en el mundo nos afecta. La invasión rusa de un país soberano ha trastocado las reglas del funcionamiento de forma absoluta”, reflexionó. Además, resaltó que de la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid extrajo en claro que “la seguridad y la defensa” se han antepuesto -por parte de la Alianza- “a la economía, el bienestar y un consenso razonable en torno a la crisis climática”.
“El sacrificio es inevitable”, sentenció Rodríguez, para luego apuntar que el quid de la cuestión será decidir cómo este se va a “repartir” y saber si la administración será capaz de “garantizar la sostenibilidad de los recursos públicos”. Y pese a las dificultades que, aventuró, están por venir, lanzó un mensaje de esperanza: “Canarias, por nuestra especialización, está creciendo más que la media española, casi el doble”. Un dato que constatarían varios estudios de entidades privadas y de la Consejería autonómica de Economía.
De igual manera, se mostró moderadamente optimista con la reactivación del pulmón productivo de las Islas, el turismo, aunque reconoció que esta reanudación de la actividad tras la pandemia de la COVID-19 está condicionada parcialmente “por las circunstancias” que trae consigo la guerra. Eso sí, aseguró que, partiendo de que “en las crisis siempre hay gente que se beneficia y otra que se perjudica”, las Islas no serán de las más agraviadas. “La gente no vino en 2020 a Canarias porque no se podía viajar, estaba prohibido por la pandemia. Ahora no lo está, lo que pasa es que es más caro”.
Con respecto al incremento de los precios, el también consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos indicó que, “a no ser que la cosa se complique mucho, en el estatus de las familias europeas destinos como el nuestro, que son competitivos, van a seguir adelante”. “Tengo esperanza y algún dato que apunta que nuestro sistema productivo, escorado al sector servicios, va a competir. Los del último trimestre del año pasado y los dos primeros de este son positivos. El encarecimiento de los pasajes no nos va a eliminar de los mercados”, dijo.
IMPUESTOS
El vicepresidente Román Rodríguez también se manifestó alegre de que ninguno de los representantes de los grupos parlamentarios hablara de bajar impuestos, dado que en Canarias ya se han emprendido acciones para mitigar el impacto de las crisis que se han sucedido en la legislatura por medio de la fiscalidad. Citó, por ejemplo, la bonificación del 99,9% al impuesto del combustible para los transportistas, agricultores y ganaderos. O que “el 95% de los productos de la cesta de la compra, como el agua, el aceite, la cebolla, la papa…tienen 0% de IGIC. No coyunturalmente. Definitivo. Hay gente que esto no lo sabe”. Aparte, se hallarían las medidas extraordinarias para la isla de La Palma por la erupción.
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