El territorio que rodea al volcán de La Palma sigue siendo un lugar inhóspito pese a que hayan pasado meses tras el final de la erupción y es que, como ha podido captar la Guardia Civil, los niveles de gases vuelven a muchas zonas lugares “incompatibles con la vida humana”.
En concreto, en las últimas horas la Unidad Técnica de NRBQ y la Unidad de Reconocimiento de Subsuelo de la Guardia Civil ha vuelto a realizar otra de sus ya habituales mediciones de gases nocivos en las zonas aún afectadas por los altos niveles de gases como el monóxido de carbono, mediciones que han demostrado que todavía existen concentraciones de gases nocivos demasiado elevadas.
Cabe recordar que los agentes controlan con drones aquellas zonas afectadas por la lava donde es imposible su acceso caminando o en vehículo. De esta forma, siguen confirmando sobre el terreno que todavía hay gases “incompatibles con la vida” en algunos puntos cercanos al volcán.