El pleno del Parlamento Europeo ha dado este martes su visto bueno al acuerdo alcanzado entre instituciones de la UE para reforzar el control sobre las grandes plataformas digitales, con nuevas normas contra la desinformación y contenidos de odio en las redes pero también para poner coto a las prácticas abusivas con las que los gigantes tecnológicos limitan la competencia de firmas más pequeñas.
La vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Competencia, Margrethe Vestager, ha celebrado tras la votación en Estrasburgo (Francia) que el nuevo paquete digital establece una mayor protección para los usuarios y transparencia, al tiempo que se crea un mercado digital “justo y abierto”.
En un debate previo a la votación Vestager consideró que la adopción del paquete digital es algo “urgente” para crear un mercado digital “seguro, justo y más competitivo” en el que los usuarios se sientan tan protegidos como fuera de Internet, en donde se debe respetar lo que el legislador “decide lo que es legal y lo que es ilegal”.
El paquete digital entrará en vigor el próximo otoño, una vez que los Veintisiete den también su apoyo formal al acuerdo cerrado entre instituciones el pasado marzo, aunque los Estados miembros dispondrán de otros quince meses para trasladar las reglas a su legislación nacional.
Los eurodiputados han aprobado la Ley de Servicios Digitales con 539 votos a favor, 54 en contra y 30 abstenciones, mientas que la Ley de Mercados Digitales ha salido adelante con el apoyo de 588 voces, 11 en contra y 31 abstenciones.
La nueva norma para mercados digitales se aplicará a las tecnológicas que operen en el mercado europeo y cuenten con una capitalización bursátil de al menos 75.000 millones de euros o un volumen de negocio anual de 7,5 millones, tengan un tráfico de al menos 45.000 millones de usuarios activos al mes y presten “servicio básico” como plataforma.
En virtud de las nuevas reglas, los consideradors controladores o ‘gatekeepers’, como Google, Meta (Facebook), Amazon, Microsoft o Apple, deberán asumir una serie de “obligaciones y prohibiciones” para garantizar la competencia justa.
Deberán ser interoperables con las plataformas de mensajería más pequeñas si éstas lo solicitan, de manera que puedan intercambiar mensajes, enviar ficheros o realizar videollamadas con todas las aplicaciones para asegurar una oferta más amplia.
La nueva regulación prevé también que la Comisión Europea pueda imponer sanciones de hasta el 10% del volumen de negocio mundial de la compañía incumplidora en el ejercicio anterior.
La multa podrá subir hasta el 20% en caso de reincidencia y, en caso de infracción sistemática, el Ejecutivo comunitario podrá también impedir a la plataforma infractora comprar otras empresas durante un periodo determinado.
En cuanto a la Ley de Servicios Digitales se trata de establecer obligaciones claras para los proveedores de servicios digitales, como las redes sociales o los mercados electrónicos, bajo el principio de que “lo que es ilegal en la vida real lo es también en la digital”.
Así, los gigantes tecnológicos tendrán que tomar medidas para neutralizar los contenidos ilegales difundidos en la red, también se endurecerán los requisitos de trazabilidad y de los controles a las ventas online –incluidos controles aleatorios– y se reforzará la rendición de cuentas de las plataformas.