economía

Canarias apaga la luz

Comercio y hostelería acogen con dudas el plan de ahorro energético, cuyas primeras medidas ayer han sido la limitación de la temperatura y el apagado de escaparates y luces
A las 22.00 horas comenzaron a aplicarse las primeras medidas del plan de ahorro energético. Fran Pallero
A las 22.00 horas comenzaron a aplicarse las primeras medidas del plan de ahorro energético. Fran Pallero

Canarias apaga la luz con la entrada en vigor del plan de medidas de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno estatal para reducir el consumo de energía con el objetivo de cumplir con los compromisos europeos derivados de la guerra en Ucrania. Las primeras medidas pudieron ya notarse ayer con la limitación a 27 grados de la temperatura del aire acondicionado en edificios públicos, espacios comerciales y grandes almacenes, infraestructuras de transporte, espacios culturales y hoteles, así como con el apagado de las luces de escaparates y edificios públicos que estén desocupados a partir de las 22.00 horas. Un plan que, como comprobó ayer DIARIO DE AVISOS, ha sido acogido con muchas dudas por parte del comercio y la hostelería de Tenerife, dos de los principales sectores afectados, muchos de los cuales ven improvisación y falta de diálogo en dicho paquete de medidas.

En este sentido, el presidente de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), Abbas Moujir, criticó, en declaraciones a este periódico, que la nueva normativa es “improvisada” y se ha elaborado “sin consultar y sin conocer la realidad del sector”, en este caso, el comercial. Además, añadió que “no se han tenido en cuenta las características de cada zona”, porque “no es la misma situación la de Canarias que la de cualquier otra comunidad”, por ejemplo, “en cuanto a la climatología y con una economía dependiente principalmente del turismo, con lo que el apagado de escaparate o limitar la iluminación en determinadas zonas creemos que va a afectar al sector en zonas turísticas”.

En este sentido, explicó que “hay que tener en cuenta que el turista sale de tarde-noche, que le gusta pasear, disfrutar de la restauración, de los escaparates, y evidentemente si se los encuentra apagados o zonas oscuras, pues creemos que no será atractivo para el visitante”.

Asimismo, Moujir señaló que la normativa no tiene en cuenta las actividades que cierran más allá de las 22.00 horas, como las tiendas conocidas como 24 horas, y “nos impone que tenemos que poner puertas de cierre automático”, pero no se habla de ayudas. “No se es consciente de que llevamos dos años padeciendo situaciones de restricciones que han afectado a la actividad comercial, y a muchos pequeños comercios les va a ser imposible hacer ese desembolso antes del 30 de septiembre, tal y como está planteado”, subrayó al respecto, a la vez que recordó que el sector ya venía realizando medidas de ahorro.

Y otra cuestión que les preocupa es la Navidad: “Dicen que no se ven afectadas las luces de Navidad, pero sí los escaparates; entonces, ¿vamos a ver en Navidad calles alumbradas con luces, y todos los escaparates apagados?”, señalan.

Por su parte, el secretario general de la Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), Alfredo Medina, indicó que “ha sobrado precipitación y ha faltado diálogo y pedagogía” en cuanto a la aplicación de la nueva normativa. “Creo que todos, la sociedad en general, estamos súper concienciados de que tenemos un problema energético y que tenemos que ahorrar, pero ha faltado diálogo y explicar por qué”, apuntó, a la vez que señaló que el plan “tiene todavía algunas lagunas, como las sanciones a aplicar”. “Te remiten a una ley del año 92 con unas sanciones no pensadas para una tienda, si comete una falta leve, ¿le vas a poner 60.000 euros de multa? Hay una desproporción e indefensión”, explicó.

Medina recordó que “ya desde el año pasado el empresariado empezó a tomar medidas para reducir el consumo energético, por convicción, responsabilidad social y por ahorro”. En cuanto al apagado de luces de escaparates, indicó que los centros comerciales se ven menos afectados ya que no cuentan con escaparates que den a la calle ni en vías con mucho tránsito peatonal, “y en los que sí tienen, ya se estaban apagando a las 23.00-23.30 horas”.

Asimismo, el vicepresidente de la Asociación de Restauración y Ocio de Santa Cruz de Tenerife (AERO), Carlos Quintero, indicó que a la asociación le preocupa cuál se considera “la temperatura comfort para el cliente y los empleados que trabajan llevando platos”.

Y en cuanto a la obligación de disponer de un sistema de cierre de puertas adecuado, “tienen que ser automáticas, porque la mayoría de los negocios se basan en terrazas y el camarero tiene que estar entrando y saliendo todo el día, y eso supone un sobrecoste”, señaló, a la vez que dudó de que en Canarias haya tanto material para tanta puerta, “cuando estamos teniendo problemas de abastecimiento de mercancías”.

Mientras, el presidente de la CEOE de Tenerife, Pedro Alfonso, afirmó ayer que la normativa no ha sido consensuada previamente con los empresarios, sino que ha sido “impuesta, como es el modo de proceder habitual de este Gobierno”. Los empresarios “no tenemos otra opción que pronunciarnos en contra” de la normativa porque todos los sectores que están afectados por ella “se ven claramente perjudicados”, indicó Alfonso.

El presidente de la patronal tinerfeña criticó la orden del apagado nocturno de los escaparates porque hace perder capacidad publicitaria a las empresas y porque, añadió, no regula a las entidades que trabajan por la noche “y eso se podía haber evitado simplemente con habernos escuchado”, insistió Alfonso.

Por otra parte, las diferentes administraciones de las Islas ya dictaron ayer las órdenes para desactivar la iluminación de las fachadas de sus sedes y han reprogramado la temperaturas de sus edificios. Además, el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, afirmó ayer que el Gobierno central “no ha tenido en cuenta las particularidades de Canarias” a la hora de aprobar el plan, que, a su juicio, “improvisa demasiado”. “Nosotros hemos dado cuenta de este decreto”, indicó Bermúdez, que, sin embargo, apuntó que estas directrices “no son las indicadas para las temperaturas existentes en nuestra tierra”.

Aún así, ayer algún vecino denunció por las redes sociales que, en pleno día, había farolas encendidas en el barrio de La Gallega.

Normativa

Centros sanitarios y hospitalarios, de formación, peluquerías, lavanderías, gimnasios y los medios de transporte quedan excluidos de la limitación de la temperatura, para no bajar de los 27 grados en verano ni superar los 19 grados en invierno, según recoge la nueva normativa, vigente hasta el 1 de noviembre 2023. También quedan exentos aquellos centros donde sean necesarias exenciones por las especificidades del sector, así como en el caso de hoteles, las habitaciones. Aún así, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, precisó que bares y restaurantes pueden limitar el uso del aire acondicionado al “entorno de los 25 grados”, teniendo en cuenta las recomendaciones de la legislación laboral, y aclaró que los 27 grados se aplicarán “con flexibilidad”.

En lo que respecta al apagado de alumbrado de escaparates, no se aplicará al alumbrado ornamental de monumentos. Los edificios a los que aplica la limitación de temperatura deberán informar, mediante carteles o el uso de pantallas, las medidas de aplicación. Respecto a la obligación de disponer de un sistema de cierre de puertas adecuado, se aplicará en edificios y locales con acceso desde la calle.

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