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Es todo nuevo

Es todo nuevo

Por Chusy Hernández.| Soy una pro de las series coreanas. Durante los dos últimos años me he esforzado mucho y aproximado a ese país a través de su infinita producción en el mundo del entretenimiento. Hasta que consideré que las series empezaban a ser predecibles, y a notar los tics que usaban para garantizar su éxito de audiencia. Por este motivo, sin abandonarlas totalmente, di un salto a la música “producida” en Corea, el denominado Kpop, mundialmente conocido e imitado. Y me enganché de nuevo saltando de Netflix y Viki Rakuten a YouTube, plataforma en la que vivo en la actualidad. Deambulo por ahí, después de tropezarme con BTS( Boys scouts a prueba de balas) y disfruto mucho de sus conciertos, de la vida del grupo y de la de todos y cada uno de sus integrantes. En calidad de observadora sesentona he vuelto a detenerme para tratar de explicar el trabajo de mercadotecnia que ha logrado hacer de mi una adicta más, de los millones de fanáticos- más de cuarenta- que hay de Pakistán a Méjico, de la India a España y Canadá, por no hablar de toda Asia y América. Y hay varias cuestiones relevantes…

En primer lugar, no descubro nada nuevo si digo que el magnífico grupo de jóvenes que integran esta banda, y el resto de grupos, a cientos, que conforman el Kpop, son en realidad, un exitoso PRODUCTO de la industria del entretenimiento coreana. Pensado, producido y vendido dentro del país y en el resto del mundo. Y lo han fabricado con los mismos criterios con los que KIA y Samsung hacen sus coches y teléfonos. La inversión en innovación y calidad es enorme, al igual que los niveles de exigencia y entrega profesional, y lo que esto conlleva: años de preparación de cientos de chicos, (un cuatro por ciento de la población se presenta a casting), selección, dura formación y, por fin, su presentación. Solo cuando el producto es casi perfecto.

La segunda cuestión, más profunda quizás, es que han dado con la llave para meter el producto directamente en el corazón, el espíritu y el alma de los que lo consumen, como es mi caso. Manejo de redes y mercadotecnia innovadora y perfecta. En consecuencia, en su día me vi presenciando la rueda de prensa dada en La Casa Blanca, y atendiendo a la recepción de Biden a BTS, con la excusa de que van a intentar sensibilizar a los americanos para que no sean tan crueles o fóbicos contra la población asiática que vive en ese país. Y aquí llega el momento en el que, con la ola coreana dentro, especulando, pienso que ese motivo, al parecer agravado en los últimos años, no es la única razón. Supongo que el nuevo imperialismo chino, la potencia y el peso de Japón y de todo el entorno asiático en la economía mundial, necesita de mayor atención y esfuerzo en la zona por parte de Estados Unidos. Corea es de hecho un aliado estratégico, pequeño, pero muy exitoso y relevante, para tratar de contener algo al nuevo imperio chino. Y hay que dar las oportunas señales. La recepción de Biden tuvo repercusión mundial.

Tercera cuestión, también relevante: estos jóvenes de BTS – y, en general, los varones de este tipo de grupo- representan todo lo nuevo que viene y que nos va a invadir por completo: dsd la moda que usan, el culto al cuerpo que sufren, la imagen que llevan, maquillaje incluido, y el tipo de relaciones que tienen. Todo esto se va a dar en el resto de los países entre la gente de una edad que va de la adolescencia a los treinta y tantos. El otro polo de influencia quizás esté en la onda latina, con su perreo y sexualización excesiva, pero pareciera que los coreanos vienen marcando el paso de jóvenes de género y sexo liquido, no se si es la expresión correcta, pero con la que quiero expresar que lo que menos importa es el género en sí mismo, solo es relevante la química de las emociones que se dan, sea entre ellos mismos o con terceros, tengan el mismo o diferente sexo. He podido observar la indiferencia, o casi el temor reverencial que se tienen entre los chicos y chicas integrantes de estos grupos de Kpop, y viceversa, al cruzarse en conciertos o actos públicos, condicionados como están por gigantescas empresas que controlan sus vidas y sus relaciones. Se les tiene prohibido, por contrato, tener novio/novia bajo amenaza de incumplimiento – y los que se arriesgan, si tienen pareja, debe ser a escondidas de los fanáticos- porque si se descubre, los/las fans los perseguirán con grave riesgo personal. Hasta tal punto es cierto esto, que el código penal coreano contempla ya este tipo de acoso como delito en su legislación. Esto es de lo más enfermizo en realidad, pues no puedo imaginar la exigencia de una vida monacal a jóvenes en esas edades de tan intensa y explosivas hormonas, máxime cuando conviven años y años, chicos por un lado, chicas por otro, en un entorno de extraordinaria presión y esfuerzo que se dilata por más de una década.

Sexo aparte, el mensaje que hacen llegar a su audiencia mundial -récord Guinness de descargas en Spotify- es muy positivo, sus letras son originales, estimulantes, hablan de espinosas cuestiones con claridad -la depresión o la soledad del éxito, por ejemplo- y sus mensajes reconfortan a jóvenes que viven angustiados, bajo presión, y con pocas expectativas de futuro en una sociedad competitiva en extremo.

Lo cierto es que la maquinaria empresarial, Bithit se llama la de BTS, consigue que tengan una producción musical ingente y de calidad indiscutible, con trasfondo y profundidad en los mensajes, y que los ingresos empresariales por conciertos, publicidad y merchandising sean enormes, (3.600 millones de dólares al año) teniendo relevancia en este caso a nivel de su PIB nacional. En cuanto a estos jóvenes, ahora de entre 25 y 30 años, ingresan, por poner solo el ejemplo de Suga y Jhope, dos de este grupo, unos quince millones de dólares al año cada uno. Son como esos coches ultimo modelo o teléfonos de última generación: deseables. Es toda una historia de éxito. Indudable, o lo pareciera. Esta es una nueva era. Fascinante. Es todo nuevo.

P/D: Y van ellos y ahora, tras festejar sus nueve años juntos con un álbum recopilatorio-Proof, se llama- anuncian en un Festa dinner que van a parar de estar juntos por un tiempo. Honestos, reconocen que tienen dificultades para escribir canciones, para hacer la música que quieren y necesitan hacer, así que de acuerdo con BigHit Music, van a parar temporalmente de actuar y vivir juntos y empezarán carreras en solitario… Llorando y comprando el álbum estoy. Y supongo que la empresa, porque tras el anuncio, las acciones en bolsa de la compañía se desplomaron. Capitalismo de las emociones…

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