El senador Antonio Alarcó, que se ha aburrido como una ostra este verano en su finca de Lanzarote, se ha comprado una batería para emular a Ringo Starr y recordar sus tiempos de músico juvenil.
La escandalera que monta no es ni normal, porque se ha empeñado en coger el ritmo al arreglista de Julio Iglesias y eso es imposible. Nos cuentan que la pasada semana hizo un solo de batería que duró más horas que un discurso de Pepe Segura y puso a Lanzarote en pie.
Y también a los burros majoreros que pastan en su finca. Que Dios nos ampare.