tribuna

La legislatura más difícil

Se abre un curso político con numerosos retos para nuestra tierra y para su gente. El que culminará en Canarias los cuatro años de una legislatura enormemente complicada. Marcada por los incendios forestales, la pandemia de la COVID 19, la erupción del volcán de La Palma y, en el periodo más inmediato, la grave crisis por la elevada inflación y las consecuencias de la guerra tras la invasión rusa de Ucrania. Un periodo cargado de dificultades a las que el Gobierno de Progreso de Canarias ha dado adecuadas respuestas en el marco de sus competencias, reforzando los servicios públicos y apoyando a los sectores económicos y sociales más afectados.

Récord en empleo


Esto es claramente visible en los tres presupuestos de la Comunidad Canaria que nos ha correspondido elaborar y ejecutado hasta ahora, correspondientes a los años 2020, 2021 y 2022. Y que han estado centrados en la defensa de los servicios públicos, así como en el apoyo a la recuperación económica y al crecimiento del empleo, junto a la protección de los sectores más vulnerables de la sociedad y el compromiso con la transición energética y el desarrollo sostenible. Todo ello, reflejo de un Gobierno estable, sólido y comprometido, características siempre deseables y en tiempos convulsos, imprescindibles.
Un compromiso y unas respuestas que continuarán presentes también en el Presupuesto de la Comunidad Canaria para el año 2023. Unas cuentas públicas que el Gobierno de Canarias comenzó a elaborar en abril y que tiene previsto aprobar el próximo mes de octubre, remitiéndolas posteriormente al Parlamento para que puedan ser debatidas en la Cámara, con las enmiendas correspondientes, y aprobadas antes de final de año.
Un Presupuesto que crecerá un 10,9% con relación al de 2022, superando su límite de gasto no financiero los 10.000 millones de euros, casi mil millones más que los consignados inicialmente en el ejercicio actual. En un marco -canario, estatal e internacional- en el que perviven numerosas dificultades e incertidumbres por la actual situación económica y política global, el Ejecutivo canario de Progreso pretende continuar dando respuesta a las necesidades de la sociedad canaria, de su ciudadanía, de sus empresas y de sus administraciones públicas.
Y lo seguimos haciendo sin incrementar la presión fiscal y sin aumentar la deuda, con los ingresos principalmente procedentes de la financiación autonómica, de recursos ordinarios de la Unión Europea (UE) y de los fondos extraordinarios Next Generation EU, así como de los recursos fiscales propios de Canarias.
Sin olvidar la enorme relevancia de los Presupuestos Generales del Estado. Canarias recibió un buen trato, con distintos Ejecutivos en Madrid, en las cuentas públicas de 2017, 2018, 2021 y 2022; y ahora debemos estar vigilantes para que también suceda en los PGE para 2023 y que se culmine la Agenda Canaria. Como lo estaremos también para que se cumpla y desarrolle el Estatuto, exigiendo la agilización de las transferencias pendientes, como en enero va a ocurrir con las de costas. Y, asimismo, con el REF, respecto al que hemos tenido varios desencuentros con el Gobierno central por su vulneración en distintos asuntos.
Hay que tener en cuenta los buenos parámetros de la economía canaria en el periodo más reciente y las positivas previsiones para este y el próximo año, a pesar de las dificultades e incertidumbres mundiales. Con positivos datos del número de turistas y, especialmente, del gasto que efectúan; según la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur) del INE entre enero y julio de este año Canarias fue la Comunidad con más gasto turístico acumulado (9.692 millones de euros, el 20,3% del total estatal, que alcanzó los 47.637 millones), seguida por Cataluña (8.825; 18,5%), Baleares (8.623; 18,1%) y Andalucía (6.367; 13,4%). Con crecimientos del Producto Interior Bruto (PIB) por encima de la media estatal.

Igual sucede en materia de empleo. Con récords históricos en empleo y en afiliaciones a la Seguridad Social en la Encuesta de Población Activa (EPA); los datos más recientes, en este caso los de empleo registrado del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), dados conocer el viernes 2 de septiembre, sitúan a Canarias como la Comunidad en que más descendió el desempleo en agosto (-1.148 personas), por delante de la Comunidad Foral de Navarra (-479) y Aragón (-432).
Pero los costes energéticos y la inflación están generando una grave problemática, a administraciones, empresas y ciudadanía. Compartimos algunas de las medidas adoptadas por el Gobierno español respecto al ahorro energético y el combate contra la subida de los precios. Pero nos parecen claramente insuficientes. Hay que redoblar el apoyo al transporte público y la movilidad sostenible. Hay que llevar a cabo un consumo más eficiente. Hay que avanzar en la transición energética e incrementar el peso de las energías renovables. Hay que ser valientes e intervenir en el mercado para reducir los disparatados beneficios de las eléctricas, sin renunciar a disponer de participación pública en estas, como ocurre en otros estados de la Unión.
En el Parlamento de Canarias tenemos, junto a la Ley de Presupuestos para 2023, el debate de leyes de gran calado en este último año de la actual legislatura. Entre ellas, la Ley de Renta de Ciudadanía de Canarias que emana de nuestro reformado Estatuto de 2018 y que desde Nueva Canarias llevamos reivindicando desde hace una década. Y, asimismo, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, esencial para un presente y futuro sostenible.
Además de abordar imprescindibles debates, como el del crecimiento demográfico. Resulta imprescindible crecer en población de forma moderada para preservar el territorio y el medio ambiente, así como los servicios públicos y el acceso al empleo de las personas que residen en Canarias. Un crecimiento desmesurado, como el que se ha venido produciendo en este siglo y como predicen distintos estudios para las próximas décadas, supone impactos elevados en la producción energética y en el consumo de agua, en la producción de residuos, en mayores colapsos de tráfico o en el desfase de determinadas infraestructuras sanitarias, educativas o en materia de vivienda.
Procesos demográficos que no son ajenos a nuestro modelo económico. Tenemos que redefinirlo. Desde una mayor diversificación y una apuesta por las economías verde y azul. Desde la apuesta por la calidad frente a la cantidad y la no ocupación de más suelo en el sector turístico, por razones medioambientales, de preservación del territorio que heredarán las próximas generaciones y de la propia identidad como pueblo. Desde un mayor peso del sector primario y del consumo de los productos del país, avanzando en mayores grados de soberanía alimentaria.
Por otra parte, Canarias sigue siendo lugar de arribada de miles de personas que intentan llegar al continente europeo jugándose la vida en pequeñas y peligrosas embarcaciones. Hay que seguir demandando cambios profundos en las políticas migratorias europeas para fomentar, mediante cuotas u otras fórmulas, vías regulares y seguras que eviten el sufrimiento y la muerte en el mar de tantos seres humanos. Y mientras esto ocurre hay que continuar demandando la plena colaboración del Estado con las Islas, así como del resto de las nacionalidades y regiones, especialmente en todo lo referente al acogimiento de los menores no acompañados.
Son, como pueden observar, numerosos retos, diversos debates y distintas leyes que la mayoría de Progreso afrontará hasta el último minuto de la legislatura desde su pleno compromiso con el interés general y su sensibilidad social. Convencidos de que, a pesar de las enormes dificultades que estamos viviendo, Canarias va a salir fortalecida de la actual etapa y estará en mejores condiciones de afrontar su futuro inmediato.

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