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“La muerte significa la perfección absoluta”

Segunda parte de la entrevista inédita de Nicolás de la Barreda con el artista canario César Manrique
“La muerte significa la perfección absoluta”

Por Nicolás de la Barreda. César era ese entrevistado ideal que te cuenta cosas sin tú preguntarle, pero era cauto y medía sus palabras porque, aunque estuviera llevado por su pasión y su militancia por la ecología, no quería ofender a nadie. Hay en él una cierta elegancia como de un caballero español, un Quijote que sigue luchando con molinos de la especulación y corrupción, pero jamás se rinde porque sabe que le asiste la razón y eso es suficiente para él. A veces hila muy fino y otras veces dice lo que siente porque en el fondo es un volcán en erupción, como su isla natal.

-¿Cuál es la isla a la que te gustaría meterle mano y no has podido?
“A Gran Canaria porque la quiero mucho. Tuve una juventud en la Ciudad Jardín y me iba a bañar a Las Canteras y a Las Alcaravaneras. Tengo unos recuerdos muy bonitos. Esa isla era una maravilla. Las Palmas como capital era una capital limpia y muy bonita. Y ahora Las Palmas y todo el Sur dan vergüenza. Y eso, como canario, me hiere profundamente. Si a mí me importara un pepino Gran Canaria y Canarias, no lo diría. Pero, creo que hay que criticar duramente cuando hay algo que amas profundamente y lo están rompiendo”.

-Yo creo que en todas las islas has hecho algo. Prácticamente tienes ya obras en todas las islas.
Sí, en La Palma, en La Gomera, en el Hierro, en Lanzarote, en Tenerife… y en Fuerteventura estoy empezando a planear algo y me ha invitado el presidente del Cabildo a ver unas zonas que han empezado con la pata izquierda, porque han hecho verdaderas barbaridades arquitectónicas de una modernidad que da vergüenza porque parecen cajas de zapatos, sin mostrar ningún interés por la arquitectura tradicional de Fuerteventura, que es, dentro de la pobreza que tenían, una preciosidad. Y hay modelos y casas allí que hay que rescatarlas para sacar su esencia”.

-¿Por qué crees que no se te llama tanto desde Gran Canaria?
“¡Ay, pues no lo sé! Mucha gente me ha dicho que parece que no quiero a Gran Canaria porque no voy, pero no quiero ser un entrometido”.

-En Tenerife se cuenta contigo para muchas cosas.
“Podría ser que Tenerife es la isla que más me quiere. Las cosas que me dice la gente por la calle me sorprenden. Es increíble el cariño, la lealtad y la admiración que hay por todos sitios hacia mí”.

-¿Qué te parece que ahora en la nueva arquitectura de Santa Cruz se pretenda rescatar casas antiguas con fachadas del siglo XVII o XIX que conviven con edificios del siglo XX?
“Es triste que en una isla paradisíaca como Tenerife, que es un vergel, a los arquitectos les haya dado por hacer parques sin una plantita. Es lo postmoderno. Todo de cemento. O están locos o hay una falta de sensibilidad que me quedo asombrado. Todo lo que sea conservar la historia del pasado siempre es importante. Y es cultura. No hay nada más triste que una ciudad sin historia. Lo tremendo es destruir todo para construir casas modernoides. Lo peor es destruir el pasado porque eso es propio de un país de analfabetos. Hoy, por ejemplo, en EE.UU. cualquier monumento que tenga el más mínimo rigor histórico lo cuidan como una joya, al igual que en Francia y en Alemania. Y lo de Canarias ha sido un problema cultural porque si hubiera habido un mínimo de cultura, no se habrían podido realizar las barbaridades que se han cometido”.

-¿Has visitado las Pirámides de Güímar?
“No, no las he ido a ver todavía. A pesar de que dicen que hay un…pues no sé…lo pongo en duda. Tiene que haber un estudio, claro, para tener una idea exacta del significado de estas pirámides. Pero, veo que son extrañas…Y es interesante ver por qué ha sido eso realizado de esa manera”.

-¿Cuál es el sueño que no has cumplido, César?
“Yo creo que mi sueño lo he cumplido perfectamente porque me acuerdo cuando era pequeño mi padre estaba en contra de que yo estudiara Pintura. Él tenía la teoría de que todos los pintores en aquel momento se morían de hambre. Tenía un poco de razón, era un poco aventurado meterse en el mundo de la pintura para poder vivir. Entonces yo me acuerdo que pensaba que si yo pudiera comer solamente del trabajo de mi pintura, me consideraría tan importante como Picasso…a nivel de felicidad. Me encuentro plenamente satisfecho y plenamente realizado”.

-¿Cuándo te concienciaste de la singularidad y de la individualidad de Canarias? ¿Cuándo volviste de América?
“Desde que era pequeño. Recuerdo que cuando era muy pequeño y la gente iba de Lanzarote a Gran Canaria y sentía vergüenza de decir que era de Lanzarote. Y yo decía que era de Lanzarote con un orgullo tremendo al darme cuenta de su enorme belleza plástica. Pero, lo que pasa es que era una belleza que no estaba catalogada. La belleza normal de la gente eran praderas verdes, llenas de flores y con vaquitas comiendo. Y Lanzarote era una isla volcánica, negra, con tres cuartas partes cubiertas de lava. Era como un infierno y yo me daba cuenta de que yo tenía un poder plástico de una belleza impresionante, por eso mi pintura es matérica”.

(Esta siguiente pregunta parece profética, pero es que entre toda la vitalidad de César, vislumbré que a veces se perdía en su apasionamiento y militancia por todo lo que amaba y confundía algunas cosas que decía y no terminaba las frases y, mientras le hacía la entrevista, se me ocurrió preguntarle por su muerte y qué pasaría después con todo lo que él defendía).

-Bueno, espero que esta pregunta no te moleste, ¿tú has llegado a pensar que no eres un niño y que no sé si tienes un heredero o un baluarte que defienda Lanzarote después de que por ley de vida te toque irte?
“Bueno, por eso estoy creando una fundación con mi nombre que creo va a ser ejemplar en Canarias. Se va a invitar a artistas canarios y del todo el mundo…Es más, Ibrahim Hussein, el artista más cotizado de Asia y América, con conexiones con Londres, Nueva York y París, vino a verme desde Malaysia a Lanzarote porque quiere hacer una fundación en una isla que les ha regalado el gobierno malayo. Sabía que había un artista en las Islas Canarias que había salvado la isla de Lanzarote y él vino a verme exclusivamente para invitarme a esa isla, porque quieren dedicar una parte de esa fundación a mi trabajo. Creo que van a venir a la inauguración de mi fundación el ministro de Cultura de Malaysia y el de España, además de críticos de arte y pintores…Esto es lo que estoy dejando yo para el día que falte…Porque creo que no me voy a ir nunca…porque te voy a decir una cosa muy importante: ni yo ni nadie recuerda cuándo nació ¿Tú te acuerdas cuando naciste? Bueno, tú podías haber sido hijo de la segunda dinastía de Egipto hace dos o tres mil años. Y entonces tú has vivido el infinito. Y como tampoco sé cuando me voy a morir…Yo soy un ser eterno y no le tengo ningún miedo a la muerte. ¿Qué significa la muerte? La muerte significa la perfección absoluta porque yo he estado millones de años sin haber existido. He estado formando parte del cosmos y eso me parece fascinante y maravilloso”.

Yo ya había visto a César varias veces en mi vida y me fascinaba su trayectoria artística y personal. Hay una faceta de César que no es muy conocida y que contemplé cada vez que lo visitaba: su ascetismo y puritanismo. Era muy ordenado y se levantaba con los primeros rayos del sol para trabajar con el ritmo de la naturaleza y también se iba muy temprano a la cama. Habría gozado mucho con la prohibición de fumar que hay en muchos sitios ahora porque ni fumaba ni permitía que ser fumara al lado de él. Recuerdo una discusión que tuvo con un chico joven en Timanfaya porque estaba viendo el Parque Nacional fumando y le espetó: “¿A ti no te parece una aberración que vengas a ver a la naturaleza en estado puro y la contamines con tu cigarrillo?” El chico se quedó tan anonadado que apagó el cigarrillo ipso facto.

César Manrique fue un artista integral visionario que revolucionó la escena artística de Canarias y de España en los 70, 80 y principios de los 90, cuando volvió de una larga estancia en Nueva York y defendió a ultranza la naturaleza. Fue el primer gran artista ecologista del siglo XX y será siempre un precursor en muchas facetas del arte y de la militancia por la naturaleza. Pero, en el momento de esta entrevista que ve la luz hoy, más de 30 años después de hacérsela y grabarla en un microcasete, es un artista de carácter volcánico como su isla natal, que ya en esa fecha era Padre, Hijo y Espíritu Santo de Lanzarote.

“Padre” porque luchó y protegió a Lanzarote y luego al resto de las Islas Canarias contra los depredadores urbanísticos que sólo buscaban construir destruyendo parajes y paisajes naturales para obtener pingües beneficios con la especulación del suelo. Fue el primer gran artista ecologista y que integraba y respetaba la naturaleza dándole más valor si cabe a sus obras al rescatar paisajes condenados a una urbanización.

“Hijo” porque nació en Lanzarote y como nativo del lugar pudo ver hacia adónde se dirigía la salvaje urbanización sin ton ni son que ya imperaba en otras islas. Y también hijo porque defendía a capa y espada a su padre por la singularidad de sus paisajes y que homenajeaba en cada una de sus obras a su tierra padre (El Auditorio de Los Jameos del Agua, el Jardín de Cactus, etc.)

Y finalmente “Espíritu Santo” porque fueron, son y serán precisamente sus esfuerzos por preservar este paisaje único de Lanzarote e integrar su obra en él lo que lo hacen sobrevolar y estar presente en cada rincón conejero como un ángel de la guarda de sus propias islas.

No me fue nada fácil convencer al torbellino de energía creativa que era César Manrique para que parara unas horitas a hablar otra tarde con un joven periodista (yo tenía 28 años por aquel entonces), que no buscaba un titular, sino una entrevista a fondo. Después de varios intentos infructuosos, lo convencí para que al fin nos viéramos y me la concediera, cuando lo desperté de una siesta al levantar el auricular del teléfono en la mesa de noche de su habitación en el Hotel San Felipe.

-Otra pregunta importante, ¿tú crees que artista se nace o se hace?
“Se nace y se hace. Las dos cosas”.

-Tú que fuiste el primer hombre del espacio…(se carcajea al recordar la anécdota de su nacimiento cuando salió volando…)
“Yo no sé si precisamente por haber nacido de una forma tan extraña y haber salido del vientre de mi madre volando me ha marcado sin yo saberlo de una manera metafísica, ya que a mí siempre me dictan lo que hago…Hay algo que no termino de…no lo sabré nunca…”.

-Lo que los mortales llaman inspiración divina. ¿Tú tienes ese halo divino?
“No sé lo que es…pero, es algo muy importante. Me siento bastante espiritual y con cierta mística al darme cuenta de la maravilla que significa contemplar la naturaleza, la elegía de la vida, los insectos, los animales, cómo nace una flor, cómo camina una hormiga… En la naturaleza está inmersa toda la enorme sabiduría que el hombre quiere ir descubriendo poquito a poco. Pero todo está descubierto en el cosmos, ¡todo!..Lo que pasa es que el cerebro humano posiblemente no tiene la medida para poder entender muchas cosas. Es como si a una mosca le dices que dos y dos son cuatro. No lo entenderá nunca, porque su cerebro no está preparado para entender esto. Y nosotros también tenemos una medida cerebral que no podremos entender nunca esa enorme fantasía del cosmos. El concepto espacio-tiempo es muy difícil de entender de manera gráfica”.

-Tú que eres una persona muy admirada por reyes, presidentes,.. en España, Alemania, toda Europa, en todo el mundo ¿cómo te tomas la fama?
“Yo soy el primero que se queda sorprendido, porque como no me acuerdo de nada de lo que he hecho… Y pienso que se han equivocado conmigo..¡si yo no sé hacer nada! No te creas que es falsa humildad porque creo que no he hecho tanto. No tengo tiempo suficiente para realizar todo lo que estoy pensando continuamente”.

-¿Cuál crees que es el evento cultural más importante anualmente de Canarias?
“Eso no te lo puedo decir. Mientras haya un analfabeto en Canarias, el resto no me preocupa. Cuando me enteré del número de analfabetos que hay en Canarias, me quedé aterrado. Es una barbaridad y el Gobierno tiene que volcarse para no consentir que haya un sólo analfabeto. Ahí está la clave de todo. Un pueblo sin educación y cultura está condenado a la ruina. Y eso es muy grave”.

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