La escena es, como poco, llamativa. Un hombre atraca una gasolinera a punta de cuchillo, pidiendo a la empleada que le de el dinero de la cara y cuando ya tiene en su poder todo lo que quería, el delincuente se despide de ella con un beso y un abrazo. No es algo que sacado de una película, es un atraco real ocurrido en Zaragoza.
Según relata El Heraldo, el pasado domingo, en el barrio de Torrero, en Zaragoza, un hombre entró en una gasolinera de Petronor Repsol blandiendo un cuchillo mientras pedía a la cajera que le diera todo el dinero que había en la caja. Ella le entregó todo, unos 500 euros, pero cuando el individuo se iba a marchar le dio un beso y un abrazo a la víctima.
El individuo, de 45 años, sobre el que pesan 60 arrestos anteriores, deberá afrontar ahora una denuncia por robo y otra por agresión sexual. Según fuentes consultadas por este diario, la mujer se recupera del susto sin haber salido herida físicamente del robo.