Kiev ha despertado este lunes como lo hizo el pasado, cuando la ciudad fue bombardeada. Se han registrado varias explosiones durante algo más de una hora en el centro por ataques con drones kamikaze. Las áreas afectadas son las inmediaciones de la estación central de tren y bloques residenciales en el distrito de Shevchenko. Se desconoce el número de víctimas.
Un reportero de la agencia Reuters ha sido testigo de piezas de uno de estos vehículos aéreos no tripulados y ha podido leer una reivindicación: “Por Belgorod”. Esta región rusa ha sido atacada en repetidas ocasiones por las fuerzas ucranianas, según su gobernador.
El jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andrey Yermak, ha rogado “más defensas antiaéreas y cuanto antes” en un mensaje en su canal en Telegram. “No tenemos tiempo para acciones lentas. Hacen falta más armas para defender el cielo y destruir el enemigo”, ha escrito.
Rusia está empleando drones kamikaze Shahed-136, desarrollados en Irán, aunque este país niega haberlos vendido a Moscú. Tienen un rango de entre 2.000 y 2.500 kilómetros en rutas de vuelo bajo y capacidad para volar a 180 kilómetros por hora.
“Los rusos creen que les ayudará, pero muestra su desesperación”, ha opinado el alcalde de la capital, Vitali Klitschko.
Contra civiles
Es la misma lectura que se extrajo siete días antes, cuando en respuesta a la voladura del puente de Kerch, en Crimea, Putin destruyó en Kiev una pasarela peatonal o dejó un enorme cráter junto a un parque infantil. También saltaron por los aires cristales de las ventanas de personal del presidente Volodímir Zelenski. Murieron ocho inocentes.
A menos de un kilómetro del impacto de al menos dos de los misiles, Zelenski compareció al aire libre para lanzar un mensaje a su pueblo (“no abandonen los refugios; aguantemos y seamos fuertes”) y al mundo (“están tratando de destruirnos y borrarnos de la faz de la tierra”).
Las bombas también cayeron en el lujoso distrito Golden Gate, junto a la Academia Nacional de Ciencias. El edificio de la Orquesta Filarmónica de Kiev y dos museos nacionales también resultaron dañados.
“Hay combates muy duros”
Horas más tarde de este ataque contra Kiev, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció que habría “firmes respuestas” a cada “atentado” de Ucrania, en referencia a lo sucedido en el puente de Crimea. Eso sí, este viernes el mismo Putin dijo no ver necesarios “más ataques masivos” contra infraestructuras ucranianas. “Tenemos otros objetivos”, afirmó.
En el campo de batalla más allá de Kiev, los combates han sido intensos este fin de semana en Donetsk, Lugansk y el sur de la provincia de Jersón. Son tres de las cuatro regiones que Rusia defiende haber anexionado tras sus referendos ilegales. “Hay combates muy duros allí”, ha reconocido Zelenski.