El nuevo Centro Nacional de Vulcanología, que estará ubicado en Canarias, echará a andar con una aportación inicial del Gobierno central de 5 millones de euros, según las partidas presupuestarias asignadas al Ministerio de Ciencia e Innovación en la ley de Presupuestos Generales del Estado para 2023.
El Ministerio de Ciencia e Innovación encara 2023 con el presupuesto más alto de la historia, con un monto global que asciende a 3.991 millones de euros y la incorporación de casi 2.000 nuevos investigadores y técnicos a los organismos públicos de investigación.
Entre los nuevos proyectos previstos para el próximo año destaca la puesta en marcha de la Agencia Espacial Española, que manejará un presupuesto de 500 millones de euros en programas espaciales o La titular del Departamento, Diana Morant, quien ha comparecido hoy en rueda de prensa para presentar las cuentas para el próximo año, ha subrayado la apuesta del Gobierno por la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) y ha observado que este es el tercer Ministerio en el que más suben los recursos nacionales, sólo por detrás del de Defensa y Cultura.
Morant ha incidido en que los presupuestos ponen el acento en el personal investigador e innovador. “Sin ellos no hay ciencia; sin ciencia no hay futuro”, ha manifestado la ministra, y ha destacado que las partidas de este Departamento crecen por tercer año consecutivo o que la inversión directa en ciencia e innovación se ha duplicado desde 2020.
El presupuesto del Ministerio de Ciencia alcanza los 3.991 millones de euros (un 4 por ciento más que en 2022), una cantidad en la que están incluidos los fondos de la Unión Europea; el presupuesto “nacional” (sin esos fondos) se sitúa en 2.610 millones, lo que supone un aumento de casi el 20 por ciento con respecto a las cifras del presente año.
La ministra ha aseverado que ningún Gobierno anterior había invertido tanto en I+D+i, y ha observado que la partida global destinada en los presupuestos del próximo año (de todos los ministerios) a ese campo se eleva a 16.328 millones de euros, lo que supone un aumento del 23 por ciento con respecto a la cifras de este año.
Las cifras, según la ministra, están alineadas con el objetivo previsto en la nueva Ley de la Ciencia y la Tecnología de aumentar de forma progresiva el gasto público hasta conseguir que se sitúe en el 1,2 por ciento del PIB en el año 2030 (el 3 por ciento sumando la inversión privada).
El presupuesto prevé una tasa de reposición en el sector del 120 por ciento -por cada diez jubilados se incorporarán al sistema 12-, además de 2.200 nuevos contratos predoctorales y 1.650 postdoctorales.
Entre las novedades para el próximo año figura una convocatoria para atraer y promover el retorno de investigadores de alto nivel, con una asignación de 40 millones de euros; o partidas para que todas las instituciones puedan hacer frente a los gastos extra que supongan las mayores indemnizaciones que tengan que pagar como consecuencia de los contratos indefinidos, una cláusula prevista en la nueva Ley de la Ciencia.
Además de poner en marcha la Agencia Espacial Española, el presupuesto de 2023 incluye un aumento de 50 millones de euros de la aportación española a la Agencia Espacial Europa (hasta los 300 millones de euros), y la ministra ha subrayado en este sentido el importante retorno que esa aportación genera y en las oportunidades que supone para la industria aeroespacial española.
La ministra ha subrayado las importantes aportaciones que su Departamento hará a los diferentes Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) que se han puesto en marcha: el de Salud de Vanguardia, el Aeroespacial, el del “Chip”, el del Vehículo Eléctrico, el de Energías Renovables, el Agroalimentario, el de la Nueva Economía de la Lengua, el de la Industria Naval y el de la Economía de los Cuidados.
Los presupuestos de Ciencia para el próximo año inciden en la apuesta por la transferencia del conocimiento e incluyen una convocatoria, bautizada como “Transmisiones” y dotada con 150 millones de euros, para tratar de que el conocimiento científico se traduzca en soluciones innovadoras para la sociedad y que se centrará en campos como a recuperación de los daños socio-económicos y ecológicos, la autonomía energética, la despoblación o el envejecimiento saludable.
Morant ha valorado durante la rueda de prensa que donde más ha crecido el empleo durante 2022 ha sido en los sectores de la informática y las telecomunicaciones, el de la innovación y digitalización y el de las actividades científicas y técnicas, en los que se han ocupado unos 200.000 de los nuevos 7.000 empleos.
Una tendencia que se va a consolidar el próximo año con unos presupuestos que van a contribuir, ha dicho, a mejorar las condiciones laborales del personal investigador y a poner en marcha “ambiciosos” proyectos que van a redundar en beneficio de las personas y que van a “apuntalar” el Estado del Bienestar.