Un joven repartidor de Glovo murió atropellado por un Land Rover en la ciudad italiana de Florencia, el pasado 1 de octubre. El personal sanitario trató de salvar su vida, que acabó de apagarse en el hospital. Un día después, la empresa le despidió por no entregar a tiempo el pedido que tenía pendiente.
“Su cuenta ha sido desactivada por incumplimiento de los Términos y Condiciones”. Ese fue el mensaje que llegó al móvil del repartidor apenas 24 horas después de su fallecimiento. Su familia, atónita, lo ha compartido y se ha desatado la polémica en prácticamente todo el país por la poca sensibilidad de la entidad.
No obstante, Glovo ha explicado que este incidente se ha debido a un error, pues el mensaje se generó de forma automática cuando se procedió a dar de baja al joven fallecido en la base de datos.
“Lamentamos profundamente el fallecimiento del repartidor Sebastian Galassi. Estamos en contacto con su familia para apoyarles en estos momentos tan difíciles”, indicaba un portavoz de la empresa.
Glovo es una de las empresas de reparto que se encuentran en el centro de la polémica por la vulneración de los derechos de los riders.
En España, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha señalado que la Inspección de Trabajo ha impuesto una multa a Glovo de casi 79 millones de euros por incumplir la llamada ‘Ley Rider‘.