El horario de verano terminó en la madrugada de este domingo, cuando a partir de las 03.00 horas el reloj se ha retrasado hasta volver a marcar las 02.00. Un nuevo cambio que los más remolones han agradecido, ya que han podido descansar una hora más.
Lo cierto es que desde el 2019, esta modificación que se hace dos veces al año ha centrado parte del debate en el seno de la Unión Europea, que decidió suprimirla. No obstante, la falta de consenso entre los estados miembro ha impedido llevarla a la práctica. ¿El motivo? Que no se ponen de acuerdo en la elección de la franja horaria que sería permanente en cada país, tal y como recuerda este domingo Onda Cero.
Si bien queda esperar a que este acuerdo sea definitivo y permita establecer una única hora en Europa, el Boletín Oficial del Estado (BOE) incluye la fecha en la que se producirían los últimos cambios de hora en España, que sería el 25 de octubre de 2026, manteniendo el horario de invierno definitivamente.
Sin embargo, la Comisión Europea ha propuesto mantener los cambios de hora, una medida que de aprobarse implicaría la eliminación del citado calendario español.
RECOMENDACIONES
El debate sobre el cambio horario en la Unión Europea comenzó en 2018 cuando la Comisión Europea realizó una consulta pública en la que más del 80 por ciento de los 4,6 millones de ciudadanos que participaron se mostraron a favor de acabar con los cambios de hora.
En base a este resultado, la Comisión propuso, a iniciativa de Finlandia, finalizar esta práctica y que en marzo de 2019 se produjera el último cambio de hora, pero la falta de consenso entre los estados y las evaluaciones de impacto retrasaron la posible anulación del cambio horario.
Aunque la Comisión Europea aprobó la eliminación del cambio de horario, en marzo de este año la comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo apostó por retrasar hasta el año 2021 la eliminación del cambio de hora bianual propuesto por la Comisión Europea para abril de este año, de forma que las capitales tuvieran más tiempo para decidir si el país se queda con el horario de verano o el de invierno. Países como Portugal ya han decidido que continuarán con el cambio de hora estacional.
Las primeras disposiciones sobre el horario de verano se adoptaron en Europa en 1980 y desde el año 2000, con la mencionada directiva, quedaron establecidas las reglas que marcan su inicio en marzo y su finalización en octubre.
El cambio de hora empezó a generalizarse a partir de 1974, a partir de la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
Si bien, desde la aprobación de la Novena Directiva por el Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión en enero de 2001, el cambio se aplica con carácter indefinido. La Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por Real decreto 236/2002, de 1 de marzo.
En España, el Ejecutivo creó una comisión de 14 ‘sabios’ para determinar la conveniencia o no de eliminar el cambio de hora estacional y, en caso de decisión afirmativa, decidir qué horario era más adecuado, el de verano o el de invierno. La comisión presentó un informe en el que no llegó a ninguna “resolución concluyente”, habida cuenta de la “gran cantidad de repercusiones de impacto” que tiene esta medida en campos como el económico o el cultural.