El Bar Parada abrió sus puertas en 2002 de la mano de Luis, su mujer y su hijo Alexis. Este último decidió acompañar a su padre en esta andadura y dar un giro de 180 grados a su vida laboral. Desde entonces y hasta ahora, más aún tras el fallecimiento de Luis, Alexis ha conseguido que el negocio que abrió su progenitor no pierda ni una pizca de su esencia inicial: conseguir que Cabo Blanco tuviese un bar de “pueblo” en el que disfrutar de vino de la Victoria de Acentejo de calidad y unas tapas variadas y exquisitas que se pueden degustar mientras se lee DIARIO DE AVISOS.
La carta del Bar Parada
El Bar Parada no ha cambiado en absoluto en 20 años, ya que cuando algo funciona no es necesario cambiarlo, y es el caso de este local. Entre las tapas que se pueden probar en este establecimiento, en el que reina la comida casera y tradicional, se encuentran la carne en salsa, la carne mechada, la carne de cabra, el pescado salado, el pulpo en salsa, las potas en salsa, las croquetas variadas y su exquisita ensaladilla.
Además, teniendo en cuenta que abren desde las seis de la mañana, también cuentan con una amplia oferta de desayunos. Se puede encontrar desde una variedad de bocadillos y pulguitas deliciosas hasta croissants y sándwiches. Este local abre cada día desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde, es decir, 12 horas diarias que Alexis ha compartido durante muchos años junto a sus padres con la ilusión y el objetivo de hacer que sea todo un éxito. Hoy, 20 años después, Alexis recuerda las buenas experiencias y también “alguna que otra rabieta”, pero al final lo que queda es un bar querido por gran parte de las personas que viven en Cabo Blanco.