James Ellington, velocista olímpico del Reino Unido, espera una sentencia a su favor después de haber denunciado a un compañero de equipo por un accidente sufrido en Tenerife en 2017. Ellington viajaba con Nigel Levine cuando un conductor impactó con ellos, sufriendo varias fracturas. Ahora pide un millón de libras, algo más de un millón de euros, al ver arruinada su carrera.
James Ellington sostiene que su carrera se vio “truncada” cuando todos apuntaban a que sería una gran estrella del atletismo tras participar en los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016. Incluso, llegó más allá: gracias a su carrera podría haber sido un comentarista de éxito en la televisión de su país. Algo que también ha perdido.
Según las pruebas, Nigel Levine, que conducía la moto en la que iban ambos, habría dado positivo en una prueba de drogas, siendo responsable del accidente. Ambos se encontraban en Tenerife pasando dos semanas en una concentración de entrenamiento, la misma que le “cambió” la vida “por completo” a Ellington.
Aunque James Ellington se recuperó de múltiples fracturas en las piernas para registrar un notable 10,93 en 100 metros en 2019 y compitió en el Campeonato Británico de Atletismo de 2021, insiste en que nunca volvió a ser el mismo corredor de alto nivel que había sido antes del accidente.
“El señor Ellington sufrió numerosas lesiones ortopédicas en el accidente, incluidas, lo más importante dada su profesión, múltiples fracturas en la parte inferior de ambas piernas y una fractura en la pelvis”, dijo al juez su abogada Katherine Deal.
“Estaba en la cima de mi carrera cuando ocurrió el accidente y corría más rápido que nunca. Sin embargo, mi vida cambió para siempre en la Isla, en una fracción de segundo. Ahora quiero que eso sea compensado”, señaló James Ellington.
