El jefe de la UCI palmera se jubila con polémica: “No soporto la mediocridad”

El hasta ahora jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de La Palma, Luis Ramos, ha anunciado su jubilación. Y lo ha hecho lanzando críticas hacia los responsables de la actual dirección del centro sanitario, al entender que él mismo ha sufrido “un descrédito continuado” en el cumplimiento de sus funciones, “tanto en la vertiente profesional como en el aspecto personal”. Especialmente a raíz del cese, a finales de noviembre de 2019, de la supervisora de Enfermería.

Ramos, que lleva desde mayo de 1998 liderando al equipo de la UCI, asegura que esa destitución fue sucedida por “el cambio de supervisión hasta en cinco ocasiones en los últimos tres años”. “Se me ha dicho que no soy una persona respetable porque he desmentido públicamente algunas informaciones sobre UCI que han aparecido en los medios de comunicación y porque me he manifestado en contra de determinados suceso que, a día de hoy, aún considero deplorables”, dice en un mensaje publicado en redes sociales.

Por otro lado, el médico indica que “no se me ha permitido mejorar la dotación técnica del Servicio, y, por si fuera poco, recientemente se han producido cambios en el funcionamiento de la unidad sin mi consentimiento”. “He decidido jubilarme con mucha pena, pero con la conciencia tranquila y la satisfacción del deber cumplido”, subraya, al tiempo que recalca que se marcha “porque me encanta mi profesión y porque no soporto la mediocridad”.

UCI PALMERA

Echando la vista atrás, Luis Ramos relata que “fue allá por el año 1998 se dotó de una UCI al antiguo Hospital de Nuestra Señora de Las Nieves, lo que supuso un antes y un después para la sanidad de la isla de La Palma, ya que se evitó el traslado de muchos pacientes al hospital de regencia en Tenerife, y posibilitó la creación de unas especialidades y el desarrollo de otras ya presentes en el centro”.

Además, resalta que “a partir del cambio al nuevo Hospital General de La Palma (hoy Universitario), la dotación de equipamiento y de profesionales sanitarios especializados en el cuidado de los pacientes críticos fue creciendo, lo que redundó en una mejora continua de la calidad asistencial, hasta el punto de que nuestra UCI fue considerada, al menos durante los primeros 15 años de este siglo, como una de las mejores de Canarias”.