Con sede en Lanzarote, Martínez Abolafio es un holding internacional formado actualmente por más de 30 empresas. Su origen tuvo lugar en 1970 cuando se enfocó en la inversión turística dentro de la isla conejera, pero lo cierto es que la historia de este grupo familiar se remonta a mucho antes, al año 1927 en Guinea Ecuatorial con fincas de cacao y café. Hoy, casi medio siglo después, la empresa, ya de cuarta generación, se encuentra en pleno proceso de expansión con varias áreas de negocio y sedes operativas en Canarias, Península y centro de África. José Martínez es quien lidera actualmente este negocio familiar cuyos valores sigue manteniendo y que sustenta en la sostenibilidad, generosidad y humildad.
-Si ya sorprende una empresa que llegue a la tercera generación… una que ya esté por la cuarta ni le cuento.
“Si lo entiendo, es raro, pero aquí seguimos creciendo”.
-¿Cual es la historia del Grupo Martínez Abolafio?
“Mi familia emigra y deja todo lo que tenían en Albacete y se van a Guinea Ecuatorial que era colonia española, donde adquieren una finca y se dedican a la distribución de café y cacao. En el año 1968 es la independencia de Guinea y todos los españoles que estaban allí tienen que regresar. Ellos deciden instalarse en Lanzarote en el año 1970 y empiezan con la promoción inmobiliaria, justo en el momento del boom turístico e inmobiliario. Nosotros que somos la cuarta generación nos incorporamos ya en el año 2000”.
-¿Y habrá quinta generación?
“La intención nuestra ya es pasar a compañía. Estamos en todos los sectores: turismo, innovación, plataformas de distribución y comercialización, logística y transporte, construcción y promociones inmobiliarias. Por ello queremos profesionalizar la compañía con un Consejo de Administración donde esté la familia, pero dejando el negocio en manos de profesionales para que no dependa todo de la familia”.
-¿Cómo les afectó la crisis por la pandemia?
“Pues si le digo la verdad, para nosotros ha sido como un periodo de reflexión. La empresa iba a tanta velocidad que este periodo de parón nos vino muy bien para reflexionar y adaptarnos. Ver las oportunidades y reorganizar la compañía. Es cierto que, por desgracia, esta posibilidad no la tuvieron otras empresas, pero nosotros, al tener músculo financiero pudimos hacerlo. La realidad es que esto nos ha ayudado a que la empresa sea hoy mucho más potente”.
-Dentro de la división del sector turístico han creado recientemente el centro de innovación turística: Marina Innova HUB ¿Cuál es su objetivo?
“Pues mire, le diré una palabra clave: generosidad. Éste no es un proyecto de grupo, es un proyecto de Isla. Lo que intentamos es que el sector empresarial esté unido para trabajar conjuntamente con el objetivo de mejorar la Isla. Es una apuesta de un hub, donde nosotros somos los impulsores, pero en el que participan otras empresas, y lo que pretende es que en un sitio tan pequeño como Lanzarote seamos capaces de desarrollar retos para mejorar la experiencia del turista y que ésto al final se pueda exportar a todo el sector turístico no solo al insular sino fuera. Le pongo un ejemplo: Identificar lo que hace un turista inglés de tipo medio desde que llega a la Isla hasta que se marcha, y ver cómo podemos mejorarlo. Esto se puede extrapolar a cualquier destino”.
-Es que el perfil del turista post pandemia ha cambiado Ya no es el de antes.
“Totalmente de acuerdo. La idea es enterarnos de lo que quiere el turista y ponérselo en bandeja. La pandemia ha hecho una revolución. El modelo del turista de hace 3 años no tiene nada que ver con el de ahora, y el de dentro de 5 años no tendrá que ver con el actual. Necesitamos un hub que esté en contacto directo con el turista. Ya no valen los modelos tradicionales de hace 30 años. Hay que estar preparado con la demanda de hoy, que le insisto, no tendrá nada que ver con la de dentro de 10 años. Antes, el turoperador era el que te marcaba el producto. Lo que tenemos que hacer ahora es ir por delante, y ser nosotros los que decidamos qué turista queremos tener. El turista actual valora más la seguridad, el entorno y la sostenibilidad y gasta más por ello, por eso si somos capaces de ofrecerle lo que él quiere, pues seremos líderes. Imagínese si antes de irse de vacaciones hay alguien en el destino que esté preparando su agenda en función de lo que quiera hacer y cuando llegue al lugar lo tenga todo listo. Se trata también de tener una relación más prolongada con el pasajero, más allá de los días de vacaciones: antes y después de sus días de descanso”.
-Es el nuevo turismo
“Mire, hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Por desgracia, muchas empresas van a desaparecer si no se adaptan. Los jóvenes hacen todo con su smartphone. De hecho, hoy en día un teléfono móvil es un lugar de trabajo. Por eso hay que estar atentos a los modelos de negocio del futuro porque el método tradicional ya no es suficiente. Ya no valen los modelos de hace 10 años. La vida va a toda velocidad y tenemos que adaptarnos”.
-¿Cuál es el secreto del éxito de su empresa?
“No perder los valores. La humildad y dar ejemplo es clave y es lo que siempre nos dijo mi padre. Las personas, como los coches, tenemos una matrícula, y no tenemos que perderla. Podemos ser actores de nuestra vida o meros espectadores. Las arrugas marcan la experiencia y tenemos que estar orgullos de ellas. Tenemos que pensar que cada día hay que aprender algo nuevo, no que lo sabes todo”.