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Las regiones ultraperiféricas piden a la CE que su apoyo pase “de las palabras a los hechos”

Las RUP afean al Ejecutivo comunitario la “nula” ayuda que reciben para la atención de los menores migrantes. El presidente canario incide en que el esfuerzo “debe ser compartido”
Las regiones ultraperiféricas piden a la CE que su apoyo pase "de las palabras a los hechos"

La regiones ultraperiféricas (RUP) han aprovechado la oportunidad que supone para ellas celebrar esta vez en Bruselas su reunión anual -la XXVII Conferencia de Presidentes- para reclamar a la Unión Europea que pase de las palabras a los hechos en el apoyo que ofrece a sus economías; en particular, en el futuro de la “fiscalidad verde”, porque temen que termine por aislarlas.


“Más allá de las palabras, solo los actos cuentan para las poblaciones de las RUP. Para ser eficaz, toda respuesta a los desafíos de la ultraperiferia requiere de una mayor flexibilidad a través de un enfoque con las regiones y para las regiones”. Así concluye la declaración que aprobaron ayer en el Parlamento Europeo los presidentes de Guayana Francesa, Guadalupe, Martinica, Mayotte, Reunión, San Martín (Francia), Azores, Madeira (Portugal) y Canarias (España), en una sesión en la que examinaron cómo salen estos nueve territorios de la grave crisis económica y social que generó la pandemia de la COVID-19 y cómo encaran los nuevos desequilibrios que provocan la inflación y la guerra de Ucrania.


“Las medidas excepcionales adoptadas han permitido atenuar los efectos, pero no recuperar en las RUP sus ya preocupantes niveles socioeconómicos previos a la crisis”, advierten estos territorios, que ven cómo “las múltiples crisis que golpean a Europa” las alejan de la recuperación y frenan su convergencia. Por eso, a lo largo de su declaración las nueve regiones reclaman de forma repetida que la UE aplique cada vez que sea necesario el artículo 349 de su Tratado de Funcionamiento, que dispone que las políticas comunes de los Veintisiete se adapten a las singulares características de estos territorios alejados del continente. Demandan que se las tenga en cuenta en los tratados comerciales que firma la UE, de forma que se examine cómo impactan en sus economías y, en particular, exigen que se les conceda un marco especial dentro del paquete “Fit for 55”, las políticas que van a implantar los Veintisiete para cumplir sus compromisos ambientales.


Al respecto, alertan de que algunas medidas de ese paquete, como la nueva fiscalidad al combustible de los aviones o de los barcos de larga distancia, puede “aislarlas aún más”, porque estas nueve regiones dependen del transporte aéreo y marítimo para cualquier conexión con el resto de sus respectivos países: Francia, Portugal y España. El presidente canario, Ángel Víctor Torres, recordó que ya se ha conseguido un compromiso de la Comisión Europea de que las RUP estarán exceptuadas de la nueva fiscalidad verde al transporte aéreo y marítimo hasta 2030 en sus transportes internos y en las conexiones nacionales: “Hay que estar vigilantes”. Remarcó que las RUP aspiran a que esa excepción se extienda a los vuelos internacionales y no sea temporal, sino estable, porque estas regiones tienen un compromiso con la sostenibilidad “incuestionable”, pero dependen al 100 % del transporte aéreo y marítimo.


En ese escenario, las RUP se quejaron de la “nula ayuda” que reciben de la Comisión Europea para afrontar la tutela de los menores migrantes no acompañados y, por iniciativa en particular de Canarias -que ha llegado a tener bajo su tutela legal a cerca de 3.000 niños y adolescentes africanos-, la Conferencia reclamó un reparto “justo” de las cargas en materia migratoria.
A punto de asumir la coordinación del bloque para el próximo año, Torres recalcó que el esfuerzo que supone su atención “debe ser compartido”.

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