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Oleada de robos de gasolina en vehículos en el norte de Tenerife

En dos meses se han presentado 50 denuncias de Tacoronte a Santa Úrsula y un grupo de ciudadanos ya recoge firmas para pedir cámaras de vigilancia y más seguridad en la comarca
Oleada de robos de gasolina en vehículos en el norte de Tenerife
Los robos de gasolina de los depósitos de los vehículos estacionados en la vía pública se han puesto de moda en el norte de Tenerife y, también, en Gran Canaria y Fuerteventura. DA

Fue como esa gota que colma el vaso. Hace unas noches, los amigos de lo ajeno volvieron a hacer de las suyas en una zona residencial del término municipal de La Matanza de Acentejo conocida como El Puntillo del Sol. Con las luces de la mañana, se descubrió que los vehículos aparcados en el lugar habían sufrido todo tipo de destrozos, aunque resulta evidente que los ladrones estaban fundamentalmente interesados en sustraer la gasolina de los depósitos, una modalidad delictiva que lamentablemente se ha puesto de moda de un tiempo a esta parte, no solo en varios puntos del norte de Tenerife, sino también en otras zonas de la Isla e incluso fuera de la misma, como, por ejemplo, en Gran Canaria o Fuerteventura.

Pero esta vez los afectados han dicho basta y, por ello, se están organizando para reclamar más seguridad a las autoridades y que se implementen medidas preventivas, tales como la instalación de cámaras de vigilancia. Así lo explicaba ayer a DIARIO DE AVISOS un portavoz de los afectados, cuya identidad prefiere mantener en el anonimato, algo, por otra parte, comprensible habida cuenta la naturaleza de los hechos que nos ocupan.

“Está claro que van a por la gasolina sobre todo”, detallaba ayer a este periódico dicho portavoz, quien describe cómo los ladrones revientan las tapas del depósito de combustible de cada vehículo o agujerean los tanques de gasolina por debajo para lograr su objetivo. “Por si fuera poco, todo eso deja unos regueros en el suelo, que bastaría una chispa para provocar una desgracia. Pero es que también nos han roto los cristales para llevarse objetos del interior y luego está lo de la batería, que como nos han explicado siempre se llevan una para suplir la del coche robado que utilizan, porque, al parecer, se les descarga por efecto del puente de cables para arrancarlo”. Otra posibilidad es que usen dicha batería para alimentar una pequeña bomba de succión con la que vaciar los depósitos con mayor eficiencia y rapidez.

Lamentablemente, estos hechos no son más que parte de una secuencia de actos delictivos que tienen precedentes contrastados en Santa Úrsula allá por el pasado julio, pero también el de septiembre, que tuvo lugar en Morro Jable (Fuerteventura), donde robaron por sistemas similares unos 350 litros del depósito de un camión.

“Aquí vive mucha gente mayor”, recuerda el portavoz de los afectados.

“Nos hablan de 50 denuncias en dos meses de Tacoronte a Santa Úrsula”

Si de por sí esta reiteración en la sustracción de combustible de los vehículos ya resulta alarmante, lo cierto es que llueve sobre mojado respecto a la inseguridad en esta parte de la Isla.

“No sabemos con certeza si los datos son ciertos, pero desde las fuerzas y cuerpos de seguridad nos han comentado que solo en los dos últimos meses se han presentado unas 50 denuncias por parte de vecinos de toda la comarca de Acentejo, e incluso más, desde Tacoronte a Santa Úrsula, a cuenta de todo tipo de delitos”, comenta el portavoz de los afectados matanceros de El Puntillo del Sol.

Hay que tener en cuenta, además, que en el último año se han producido asaltos a viviendas tanto en el municipio de El Sauzal como en los altos de La Matanza, aunque en uno de estos casos consta que ya se detuvo a los presuntos responsables de los hechos.

Por otra parte, en esta parte del norte de la Isla también se sabe que los delincuentes se han especializado en el robo de neumáticos, a tal punto que los grueros de la zona pueden dar fe de que no son pocos los servicios que han tenido que prestar por dicha causa.

Ahora, los vecinos de El Puntillo del Sol han decidido dar un paso al frente antes de tener que lamentar males mayores, como si los ataques a sus propiedades no tuvieran ya una relevancia nada baladí.

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