La recientemente aprobada Ley de la Memoria Histórica los reconoció como víctimas del franquismo. Antes de esta norma, a pesar de la constancia de la persecución sufrida, los masones no habían recibido un reconocimiento expreso de la represión que sufrieron. Jesús Soriano, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33° y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, protagonizaba la semana pasada uno de los momentos del acto en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, honró la memoria de los represaliados. Un reconocimiento que recibió después de haber visitado Santa Cruz de Tenerife para celebrar la ceremonia de puesta de la primera piedra de la obra de rehabilitación del Templo Masónico de Santa Cruz. Soriano atendió a DIARIO DE AVISOS durante esta visita, una entrevista en la que mostró su satisfacción por la recuperación de un inmueble que, está convencido, se convertirá en uno de los símbolo más importante del mundo de la masonería actual.
-El acto de puesta de la primera piedra ha sido muy especial para ustedes. ¿Cuánto hacía que no celebraban una ceremonia de este tipo?
“Prácticamente diría que, desde el año 36, es la primera vez que se hace… Para nosotros es muy importante porque no solo se trata de reconocer a la Logia de Añaza, sino a todo lo que el templo supuso en su momento, un centro de cultura y de enseñanza, que enseñó a miles de personas a leer y a escribir, son unos hermanos que se merecen un reconocimiento muy importante y se lo hemos dado”.
-¿Tiene usted constancia del número de represaliados de la Logia de Añaza?
“Cuando estalla la rebelión militar, como el templo estaba solo a 300 metros del gobierno militar, fue el primer sitio que tomaron, y según cuenta la historia, fue el lugar donde ajusticiaron al primer masón. A partir de ahí es donde empieza la represión de la masonería. Tenga en cuenta que cuando estalla la guerra en 1936 había en España del orden de unos 4.500 masones. La represalia fue tal que fueron fusiladas unas 8.000 personas acusadas de masones, y en el archivo de Salamanca hay más de 60.000 procesos contra gente por ser masones. Por tanto, cuando se querían quitar a alguien de en medio lo acusaban de masón”.
-España fue el único país del mundo que dictó una ley contra la masonería…
“Contra la masonería y el comunismo. Gracias a la nueva Ley de Memoria Democrática todos los juicios que se hicieron en base a esa ley han sido declarados nulos, juicios en los que se les quitó la vida a los masones, la cátedra o se les obligó al exilio. Todo eso se arregla ahora con esta nueva ley, que viene a reconocer que la masonería es una institución honorable, hecha de buenas personas”.
-¿Han llegado ustedes a entender por qué Franco persiguió de esa forma a la masonería?
“Supongo que como todos los dictadores, alguien que defiende la libertad, la igualdad y la fraternidad, es alguien pues le gusta muy poco”.
-Ustedes dicen que, con todo, la ley de represión sirvió para que no los mataran..
“Sí. Hasta que se dictó en 1940, te fusilaban directamente. Con esa ley no te podían fusilar, eso sí, te mandaban a la cárcel por 35 años. Incluso según el grado que tuvieras dentro de la masoneria te correspondían tantos años de cárcel”.
-La rehabilitación del Templo Masónico para convertirlo en centro de interpretación es una buena noticia para la masonería…
“Eso es lo que nos ha trasladado el alcalde (José Manuel Bermúdez). Los archivos de la Logia de Añaza están Salamanca, allí está todo, la biblioteca y hasta los muebles. Entiendo que mediante algún tipo de convenio con el Estado esos archivos podrán traerse aquí”.
-¿Qué papel va a desempeñar el Supremo Consejo en ese centro de interpretación?
“Colaboraremos en todo. Tenemos que destacar que será un templo único en el mundo. Cuando cuentas esto a mis colegas del resto del mundo quedan encantados, porque es una cosa tan excepcional lo que pasó en España, que ahora podamos recuperar este templo es una auténtica maravilla”.
-¿En qué punto está la masonería en España?
“Hay que hablar de masonerías en plural. La regular que es en la que está integrada el Supremo Consejo, y que se divide a su vez en dos partes, la simbólica, los tres primeros grados, que la administra la Gran Logia de España, que es la obediencia regular más importante, y el Supremo Consejo del Grado 33 , que administra los grados que van del 4 al 33, esto es así en todo el mundo. Es un camino como muchos otros, este es uno más”.
-¿Cree que se sigue teniendo mala opinión de la masonería?
“Si es así no lo entiendo. En la masonería regular, que cumple la norma, lo que hacemos es cumplir escrupulosamente las normas de antes, las que marcó Federico el Grande de Prusia que fue el que organizó el Supremo Consejo. Muchas veces resulta difícil de entender que en España se tenga tan mala opinión de los masones, cuando los padres fundadores de Estados Unidos, de los 30, 13 eran masones, también lo son los reyes de Inglaterra, casi todos. Frente a esto creo que este templo puede ayudar a conocer mejor la masonería, a todos aquellos que se quieran acercar con un corazón limpio”.
-¿Qué persigue alguien que quiere ser masón?
“El fin último es mejorarse a sí mismo. Los tres primeros grados lo que hacen es que a la buena persona que se acerca a la masonería la convierte en una persona mejor, y el Supremo Consejo a esa persona mejor lo convierte en nada más y nada menos que en un buen ciudadano. Creo que es construir nuestro templo interior, pero insisto, es un camino más, hay miles. Hay personas que ingresan y al cabo del tiempo lo dejan porque entienden que no es su camino”.
-Pero en ese deseo de ser mejor ustedes diferencian entre hombres y mujeres…
“Hay masonería femenina, de hombres y mixtas. Si nosotros defendemos la libertad, tenemos que respetar lo que elija cada uno. Hay hombres que se encuentran más a gusto con hombres, mujeres más a gusto solo con mujeres, y hombres y mujeres estando juntos. Hay muchas masonerías. Se respeta la libertad de cada persona”.
-En Canarias, ¿cuál es la situación de la masonería?
“Canarias es muy importante dentro de la asamblea española. Los tres sitios más importantes son Canarias, Cataluña y Madrid, que son donde más hermanos hay en todos los cuerpos. En el caso concreto del Supremo Consejo que es del que yo puedo hablar, hay logias en todas las Islas, salvo en La Gomera y El Hierro, porque tienen menos población. Y dentro Supremo Consejo, teniendo en cuento que a lo máximo que se puede llegar son a 33 activos, ahora mismo somos 26, y de Canarias hay cinco, lo que da una idea del peso que tiene Canarias dentro de la masonería filosófica española”.
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