El Gobierno de Canarias quiere impulsar el proceso para la construcción y adquisición de 1.021 casas protegidas en Tenerife en el marco del Plan de Vivienda de Canarias (2020-2025), de las que un total de 304 se edificarán gracias a los fondos europeos Next Generation.
Según ha podido saber DIARIO DE AVISOS, las previsiones de la Consejería de Obras Públicas son las de construir 343 viviendas en Santa Cruz (215 en Cuevas Blancas, 88 en Los Príncipes y 40 en María Jiménez); 112, en La Laguna; 77, en Granadilla de Abona; 65, en La Orotava, 18, en Candelaria; 18, en Arico; 17, en Santiago del Teide; 17, en El Sauzal; 16, en La Victoria; 13, en Güímar; 12, en La Matanza, y nueve, en Los Realejos.
A estos proyectos hay que añadir las viviendas eficientes energéticamente, de aproximadamente 70 metros cuadrados de superficie, incluidas en el programa de alquiler asequible, que en unos casos construirá directamente el Instituto Canario de la Vivienda (Icavi) y en otros, serán los ayuntamientos. Según la información a la que ha tenido acceso este periódico, el municipio con mayor número de casas acogidas a este programa será La Laguna, que edificará 150 inmuebles en suelo de promoción pública y propiedad municipal.
La construcción del resto de casas correrá a cargo del Instituto Canario de la Vivienda y se repartirán por cuatro municipios del Sur: 60 en Arona, 45 en Armeñime (Adeje), 25 en Arafo y 24 en Guía de Isora.
La falta de viviendas públicas es una de las reivindicaciones más frecuentes desde hace años de los ayuntamientos, entidades sociales y colectivos benéficos de toda la isla de Tenerife. Una situación que, en el caso del Sur, se agrava por la reducción de la oferta de inmuebles para residir por las compras de los fondos buitre y el auge de las casas vacacionales, lo que, a juicio de hoteleros y trabajadores colocan al sector turístico al borde del “colapso”, ya que los precios por las nubes de los alquileres impiden el acceso de los empleados a un piso o apartamento en el extrarradio de las zonas turísticas.
Los alquileres se han disparado en las medianías y en los barrios de la comarca sur más alejados de los núcleos turísticos. Los costes se han incrementado hasta un 30% en el último año y cuesta encontrar un alquiler por menos de 800 euros al mes, según indicó a este periódico Manuel Fitas, secretario general de Sindicalistas de Base, organización mayoritaria en el sector de la hostelería, que recordó que las “pocas” opciones disponibles en las afueras superan en rentas de alquiler el 60% del salario medio del sector.
Por su parte, el presidente de la patronal de la construcción tinerfeña, Óscar Izquierdo, manifestó que es “urgente” proporcionar a los trabajadores una vivienda en alquiler a precio asequible no superior a la tercera parte de sus ingresos. En ese sentido, recordó que la solución pasa por la colaboración público-privada y defendió el uso de la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC) para afrontar una realidad “dramática y escandalosa, tras 12 años sin construir una vivienda social en el Sur”.