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Estados Unidos se suma a la carrera por la influencia en África

Biden viajará al continente tras anunciar la aportación de 55 mil millones de dólares
Estados Unidos se suma a la carrera por la influencia en África
El presidente estadounidense y el primer ministro marroquí, viendo juntos por televisión el partido entre Francia y Marruecos en el Mundial de fútbol de Catar. DA

Al parecer, finalmente Estados Unidos se dio cuenta de que los avances de China y Rusia en el continente africano no son esfuerzos desdeñables a la hora de situar estratégicamente sus piezas en el tablero del nuevo orden global. Hablando en la Cumbre de Líderes de Estados Unidos y África en Washington, Biden anunció una medida tangible, más allá de discursos de buenas intenciones hacia un continente al que ha prestado poca atención por demasiado tiempo al anunciar miles de millones de dólares en nuevos compromisos para financiar y reforzar la democracia, y respaldando la iniciativa de un asiento permanente para la Unión Africana en el Grupo de los 20, en el que España tan dolorosamente, brilla por su ausencia.

El presidente Joe Biden elogió la cooperación con África y dijo que esperaba visitar la región próximamente en un esfuerzo por expandir su alcance en una región donde China y Rusia le llevan la delantera.

“Estoy ansioso por visitar su continente”, dijo Biden a los casi 50 líderes que asistieron a la conferencia. Biden organizó la cumbre con la esperanza de construir lazos más sólidos con las naciones africanas, enfatizando el deseo de Estados Unidos de trabajar juntos en lugar de simplemente enviar ayuda y asistencia.

Promesas, promesas…

No es la primera vez que los líderes africanos escuchan un mensaje similar de un mandatario estadounidense. El presidente Barack Obama celebró una cumbre similar en 2014 prometiendo contribuir a la prosperidad y seguridad en África, y luego el expresidente Donald Trump, ignoró en gran medida África, nunca visitó el continente, e incluso menospreció groseramente a ciertas naciones africanas en una reunión de 2018 como, literalmente, “países de mierda”.

Estrategia en geopolítica

Africa es de suma importancia para las potencias mundiales con una demografía en rápido crecimiento, impresionantes recursos naturales y su presencia numerosa en Naciones Unidas. Algunos líderes que participaron en la cumbre dejaron en claro que quieren que la administración Biden evite obligarlos a elegir entre EE.UU. y sus competidores globales cuando se trate de asuntos comerciales.

Mientras tanto, otras naciones conscientes del potencial del continente africano han hecho incursiones. Por una parte, China ha trabajado para hacer crecer las relaciones comerciales con las naciones africanas y ha desarrollado importantes proyectos de infraestructura, una estrategia que le ha brindado excelentes resultados en el Caribe. Jamaica, por ejemplo, está endeudada hasta las cejas con China por la construcción de una autopista de cuatro carriles de peaje. Recuerdo en mi visita a Jamaica en 2016, la frustración de los locales que veían que las obras eran realizadas por trabajadores chinos traídos expresamente para ello desde China, que la República china era ahora propietaria de terrenos colindantes para la construcción de hoteles, y que los grupos medioambientales hacían sonar la alarma por el impacto de estos megaproyectos en la fauna y flora autóctonas. En Latinoamérica, el proceso ha sido similar con importantes acuerdos de infraestructura firmados en Chile, Costa Rica, Perú y recientemente, negociaciones en Ecuador, adquiriendo para todo ello grandes extensiones de terreno, y prestando dinero a países que, en muchos casos, difícilmente podrán devolverlo. En el continente africano, lo mismo ocurre en Angola, Nigeria y Sudán. Proyectos de infraestructura importantes para el desarrollo de estos países pero que los deja en manos de China, que ondea su bandera sin pudor en los lugares de construcción.
Rusia, por su parte, ha ampliado su influencia militar, incluso a través de mercenarios como el Grupo Wagner, una organización rusa paramilitar acusada de cometer crímenes de guerra infames por sus violaciones, saqueos y torturas (incluyendo Ucrania, Venezuela, Siria), y que en África opera en el continente en varias zonas como Mali o Libia, y particularmente en Sudán.

Biden evitó la mención específica de esos países en sus comentarios, pero aludió a la creciente influencia de China en África cuando discutió los nuevos esfuerzos de Estados Unidos para proporcionar financiamiento para “construir economías sostenibles e inclusivas” con naciones cargadas con “pagos de deuda exhaustiva”.

Dijo que estaba trabajando junto con el Congreso para la aprobación de un total de 55 mil millones de dólares para inversiones en África en áreas tan diversas como el desarrollo rural y la colaboración en el espacio exterior, enfatizar la importancia del voto libre, y fortalecer la transparencia del gobierno, el registro de votantes y la reforma constitucional.

El precio de la democracia

Biden anunció que Estados Unidos desembolsará que el dinero en programas gubernamentales en África durante los próximos tres años, además de los miles de millones que invertirían las empresas privadas estadounidenses.
También anunció que dos mil millones de dólares irán para destinados a reforzar la seguridad alimentaria en el continente y 165 millones de dólares para ayudar a las naciones africanas a llevar a cabo elecciones pacíficas y transparentes el próximo año. El anuncio de financiación de las elecciones se produjo después de que Biden se reuniera con un pequeño grupo de líderes cuyos países tienen grandes votos en el nuevo año: el presidente de la República Democrática del Congo, Felix Tshisekedi, el presidente de Gabón, Ali Bongo Ondimba, el presidente de Liberia, George Manneh Weah, el presidente de Madagascar, Andry Nirina Rajoelina, el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, y el presidente de Sierra Leona, Julius Maada Bio.

En su reunión con los líderes, Biden reflexionó sobre el estado de la democracia en su propio país después del ataque del 6 de enero del año pasado al Capitolio de los Estados Unidos, cuando los partidarios del entonces presidente Donald Trump intentaron violentamente impedir que el Congreso certificara los resultados de las elecciones de 2020, que Trump perdió ante Biden. Nigeria, el país más poblado de África con más de 210 millones de habitantes, ya se enfrenta a ataques violentos en relación con sus elecciones, que se celebrarán en febrero. Congo está luchando contra un aumento de la violencia rebelde en el este, lo que complicará los esfuerzos para celebrar elecciones. Tshisekedi ganó el poder en tumultuosas elecciones en ese país en 2019, y las próximas elecciones, previstas para diciembre próximo, serán cruciales para consolidar su gobierno.

África Occidental ha tenido varios golpes en los últimos años, y Burkina Faso y Malí están actualmente gobernados por juntas militares. Con esto en mente, las elecciones en Gabón y Sierra Leona serán hitos clave. Sierra Leona tuvo manifestaciones antigubernamentales este año por la alta inflación y el descontento con el presidente Bio, quien fue elegido en 2018.

En Madagascar, con una historia marcada por golpes y elecciones disputadas. El presidente Rajoelina fue elegido en 2019, reemplazando el gobierno por una junta respaldada por militares. Rajoelina se esforzará por consolidar su gobierno y la democracia del país en las elecciones.

Estados Unidos ya ha proporcionado casi 50 millones de dólares en apoyo a la sociedad civil y las comisiones electorales en Nigeria y Congo.

El presidente de Senegal, Macky Sall, presidente de la Unión Africana, agradeció a Biden su compromiso con África. Pero también dijo que los países africanos se enfrentan a grandes desafíos, desde el aumento de la inseguridad alimentaria hasta las mejoras de infraestructura que tanto se necesitan para defenderse del flagelo del cambio climático, pero expresó su preocupación por las sanciones de años de Estados Unidos contra Zimbabue por corrupción y violaciones de los derechos humanos, y dijo que era hora de levantar las sanciones para que la nación pudiera “luchar contra la pobreza y el subdesarrollo”.

Biden visitará el África subsahariana el próximo año, el primer presidente de Estados Unidos en viajar allí en una década.

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