La recuperación de la Hacienda de Cubas será realidad en 2023

Se encuentra al final del camino de El Cercado, justo antes de que aparezca ante la vista el magnífico palmeral de Anaga, el más grande de Tenerife. Son apenas tres pequeñas construcciones: una cocina, un cuarto de aperos y un edificio donde descansaban los medianeros. Antes de que se convirtiera en la Hacienda de Cubas, una finca señorial que nació con los dineros de las Américas, fue un lugar considerado por los guanches como suelo sagrado y en él celebraban sus reuniones, conocidas como tagorores. Muchos vecinos de San Andrés aseguran que en el lugar se han encontrado restos de vasijas y material, como cerámicas, de la época guanche. En 2018, de la mano del DUSI Anaga se presentó un proyecto para su recuperación y convertirla en un centro de interpretación de la Reserva de Anaga. Cuatro años después, por fin, los presupuestos de 2023 recogen 232.000 euros para ejecutar la transformación de esta construcción, que data del siglo XVII, en un centro multifuncional en el que, entre otros usos tendrá el de centro de interpretación de la Reserva de la Biosfera de Anaga.

Según el proyecto original, la Hacienda de Cubas se estructuraría en tres módulos: un aula de formación, un centro de interpretación de la Reserva de la Biosfera, y un centro cultural y etnográfico. Todo bajo criterios de eficiencia energética.

Así lo anunció el edil de Infraestructuras, Dámaso Arteaga, quien apuntó que esta actuación se engloba dentro de los 2,8 millones que se destinarán en 2023 a la rehabilitación de Patrimonio Histórico, y entre los que destacan las obras del Templo Masónico, ya comenzadas, o las del Viera y Clavijo, que se espera que se liciten antes de final de año. “También está la finalización del Palacio de Carta, que confiamos esté listo en febrero del próximo año, después del retraso sufrido por el modificado que hubo que hacer y que nos ha obligado a pedir material a Península, con el retraso que eso conlleva”.

Junto a estas obras también en Anaga está el inicio de la modificación del entorno del Castillo de San Andrés para convertirlo en un centro de visitantes y darle una mayor visibilidad. Para ello se destinan 88.564 euros. También se abordará la restauración integral de la Recova vieja con casi 700.000 euros, o la del Teatro Guimerá, para el que van 124.495 euros.

Para Dámaso Arteaga, la intervención en el Patrimonio Histórico es, “lo más destacable del presupuesto de Infraestructuras, es una apuesta importante por poner en valor nuestro patrimonio”.