Los llamados Canarios sin alas, diseminados por diferentes puntos de España, se enfrentan cada año a la rabia y frustración de no poder pasar las navidades en el archipiélago debido a los altos precios de los vuelos a Canarias para personas no residentes en las islas.
“Nos ponemos a multiplicar y es imposible”, señala a Europa Press Fernando Cabrera, presidente de una asociación que lleva siete años denunciando los abusivos precios de las aerolíneas para los canarios que no residen en el archipiélago y, por lo tanto, no se benefician del descuento del 75%.
Apunta que lleva viviendo más de 30 años en Madrid y tiene tres hijos, de 20, 11 y 9 años que “nunca han pasado” la Navidad en Canarias con su familia paterna porque los precios se disparan siempre a final de año.
Una familia con dos adultos y con dos niños, si no compra con mucha antelación, no puede conseguir vuelos a Canarias por menos de 3.000 euros en las fechas clave de las vacaciones de invierno, a veces, ni siquiera comprando con mucha antelación dado que los billetes baratos son los primeros cinco o diez, después se encarecen.
Cree, en todo caso, que solo pueden comprar billetes a un precio más asequible los jubilados, solteros o estudiantes, que saben con tiempo cuando pueden disponer de días libres. “Yo no me puedo arriesgar a comprar, no sé si voy a tener vacaciones, estar enfermo o tener que suspender el viaje”, detalla.
“Todo es caro, es una tomadura de pelo”, insiste Cabrera, que muchas veces se siente “como si viviera en Nueva Zelanda” pues le resulta mucho más económico viajar desde Madrid a Nueva York que los vuelos a Canarias
Cabrera se confiesa cansado de las “buenas intenciones” de los políticos, especialmente cuando se acercan las campañas electorales, dado que tratan de buscar soluciones, la última, un proyecto piloto, a través del Ministerio de Transportes, para fijar una Obligación de Servicio Público (OSP) entre Canarias y la Península y poner un tope a los precios máximos. “Espero que sea un primer paso”, indica.
“Nos sentimos sin el apoyo de los residentes”
Apunta también que hay que “poner la cara colorada” a los políticos porque tienen que buscar una solución e “investigar” lo que ocurre con el descuento de residente dado que las aerolíneas “se quedan con el dinero” mientras el residente “siempre paga lo mismo” y los ‘canarios sin alas’ hasta cuatro veces más — Vueling acaba de ser sancionada con devolver 459.000 euros por incidencias con el descuento–.
“Eso es así, todo el mundo lo sabe pero nadie pone el grito en el cielo, nos sentimos solos y sin el apoyo de los canarios residentes que piensan que queremos que lo quiten cuando el descuento toma el pelo a todos”, señala.
Cabrera lamenta que la conectividad en Canarias “se mira desde el prisma turístico y nunca nadie se plantea que Canarias necesita conectividad y transporte para los ciudadanos” pues relata que “solo” se ha ido a vivir a otra comunidad autónoma y tiene la necesidad de moverse “y a Canarias solo se puede ir en avión”.
“Si esto solo se mira desde el prisma turístico no tenemos nada que hacer”, agrega.
Con una comunidad en Facebook de más de 5.000 personas detalla amargamente que ha entrado en “fase de asumir” que es un “excanario”. “Me gustaría saber donde me puedo apuntar para dejar de sentir la necesidad de ir a Canarias”, reprocha.