tribuna

Manolo Vieira, referente de canariedad

Manolo Vieira, el más popular y brillante de los humoristas canarios se despide con la gira La última y nos vamos, tras cuatro décadas en los escenarios de las Islas, pero triunfando también en Madrid y en otras partes del mundo. Haciendo siempre un humor digno, de calidad, cercano y que forma parte de la canariedad. Su obra, su buen hacer, merece el reconocimiento de toda Canarias. Es natural de La Isleta, un popular barrio de Las Palmas de Gran Canaria, lugar de migración de gente del interior de Gran Canaria y de muchos conejeros y majoreros. Residencia de gente trabajadora y muy vinculada históricamente al mar. Un barrio que jugó un papel muy relevante en las movilizaciones obreras y populares en la etapa final de la dictadura franquista y en la transición democrática.

Manolo es uno de los artistas canarios más queridos, siendo reconocido y aplaudido en cualquier rincón de esta tierra. Sus comienzos no fueron nada fáciles y tuvo que buscarse la vida en otras actividades antes de lograr abrirse espacio y triunfar como humorista, cuando ya superaba los treinta años. En distintas actividades, entre ellas trabajando como camarero. Un singular camarero que comenzó a cantar y contar chistes.

Humor

Su capacidad de trabajo, su voluntad para la superación de las adversidades y sus indudables dotes artísticas -para el humor, pero también para la música o para el tallado de madera- le posibilitaron cumplir su sueño de dedicarse profesionalmente a hacer reír, posiblemente uno de los oficios más difíciles. Para su suerte y para la de todos los canarios y canarias que hemos disfrutado de sus actuaciones en su local, el Chistera, en las plazas de los diferentes pueblos de las Islas o a través de la Televisión Canaria. Contribuyendo con su manera de contar las cosas a hacernos, en definitiva, un poco más felices. Porque Manolo es, ante todo y sobre todo, una propuesta de felicidad y regocijo, aunque sea a costa de reírnos de nosotros mismos, uno de los mejores rasgos de inteligencia que existen.

El humor canario tuvo uno de sus mayores referentes en el tirajanero Francisco Guerra Navarro, Pancho Guerra, periodista y autor de Cuentos, Entremeses y Memorias de Pepe Monagas. Responsable también de un muy interesante Léxico popular de Gran Canaria o de la muy popular canción Somos Costeros. Escritor fallecido en 1961 que con su personaje Pepe Monagas puso en práctica un humor de raíces costumbristas en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX. Una Fundación impulsa hoy el rescate y conocimiento de su obra.

Actualmente contamos con un significativo número de humoristas canarios de gran calidad, destacando la importante presencia de mujeres. Para muchos de ellos y ellas, Manolo Vieira supone un compañero muy especial que abrió puertas y dignificó el humor hecho en Canarias, sin complejos y con capacidad para romper fronteras. Pero tiene admiradores también fuera de las islas, como el humorista Goyo Jiménez, que en el programa Un país para reírlo aseguró que Vieira es su gran referente.

Medalla de Oro

Siendo presidente del Gobierno de Canarias tuve el inmenso honor de otorgarle la Medalla de Oro de Canarias, en reconocimiento a su relevante contribución a esta tierra. “Artista de la escena, ha sabido captar y transmitir desde el escenario la forma de ser popular, interpretando con un sistema cercano a la narración oral y haciendo cómplice al público que se ve reflejado en sus parodias”. Así lo recogía el decreto de abril de 2002 que concedía la Medalla de Oro a Manuel Vieira Montesdeoca, galardón que le entregaría en la celebración del 30 de Mayo, Día de Canarias.

En la resolución se destacaba, asimismo, su amplia trayectoria artística, cultivando “distintos espacios y formatos, destacando en el escenario, cara a cara con el público. A través del humor ha establecido una estrecha conexión con la gente que le ha hecho merecedor de la estimación popular y se ha convertido en un punto de referencia de nuestra identidad; por ello y por su ejemplo de trabajo desde la base, merece, sin duda, la Medalla de Oro de Canarias”.

Han pasado casi veintiún años desde entonces y la trayectoria de Manolo Vieira se ha ido consolidando con distintos espectáculos, grabaciones y actuaciones televisivas, saldadas siempre con los máximos niveles de audiencia. Y sufriendo, como otros artistas, los estragos económicos del parón que supuso la pandemia de la COVID 19 y el obligado confinamiento para salvar vidas.

Manolo tiene una gran capacidad para captar elementos de la vida cotidiana -sea en la playa, en un centro de salud, en la guagua, en una celebración familiar o en un supermercado- y convertirlas en escenas de humor en el que su público se ve inmediatamente reflejado. Sus cuarenta años de actividad en el mundo del humor recogen una parte de las historias de los hombres y mujeres de este pueblo. No quiero dejar de reseñar, asimismo, su permanente defensa del español de Canarias, una de las señas de identidad de este pueblo. Poniendo en valor la gran riqueza de este.

Por todas esas razones, Manolo Vieira es uno de los artistas que más ha hecho por la Canariedad. En su momento, en 1996, fue candidato al Premio Canarias en su Modalidad de Artes. Y, aunque él valore mucho la Medalla de Oro de Canarias y considere modestamente que los canarios le han concedido el mayor de los premios con su seguimiento, sus aplausos y su permanente afecto, creo que merece el mayor reconocimiento colectivo por parte de una Comunidad que, desde su particular parcela, ha ayudado a construir y hacer mejor. De cara a 2025, entre las modalidades previstas para el Premio Canarias, figura, de seguir el orden habido hasta la fecha, la de Cultura Popular. ¿Qué mejor candidato? Aunque sea La última y nos vamos, con Manolo siempre deseamos que sea la eterna arranca’ílla, la penúltima de alguien que se ha ganado a pulso ser patrimonio de esta tierra. Solo cabe agradecérselo aplaudiendo en pie hasta que duelan las manos.

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