Un pistolero de solo seis años

Un nuevo tiroteo escolar dejó a la sociedad estadounidense conmocionada, y es que en este caso en particular, el pistolero que disparó un arma contra una profesora, es un niño de solo seis años. El alumno de primer grado abrió fuego en el aula de la escuela primaria Richneck en Newport News, Virginia.

Ahora las autoridades se plantean varias dudas sobre cómo proceder en este caso teniendo en cuenta que en muchos estados de la Unión americana la responsabilidad penal comienza a los seis años, y en al menos 25 de estos, ni siquiera hay un mínimo de edad. Además, habrá que plantearse cuáles serán las repercusiones para los padres del menor, porque, obviamente, de algún lado sacó el chiquillo la pistola.

El alcalde de la localidad de Newport News dijo a los medios de comunicación que hay que investigar no solo cómo un niño de esa edad pudo obtener un arma, sino además donde aprendió a usarla de forma deliberada. El tiroteo no fue accidental, según la policía anteriormente, la profesora estaba dando clase cuando el menor mostró un arma de fuego, apuntó y disparó una ronda. La policía recibió la llamada y cuando los oficiales llegaron cinco minutos después, un empleado de la escuela estaba sujetando físicamente al niño, quien se comportaba de forma violenta golpeando al funcionario que lo sujetaba. 

 Detenido por la policía
Las autoridades han publicado pocos detalles sobre el estudiante, aparte del hecho de que tiene 6 años. El niño fue puesto bajo custodia policial inmediatamente después del tiroteo, sin que otros estudiantes aparentemente estén involucrados. El menor fue puesto bajo una orden de detención temporal y  evaluado en un hospital.
 
 No es el primero
Este es el décimo séptimo tiroteo que involucra a un estudiante menor de 10 años en una escuela desde 1970. La mayoría de estos tiroteos no fueron intencionales. Por citar algunos casos, en 1975, un estudiante de nueve años de Detroit se peleó con un niño de 13 años, salió del campus, fue a buscar un rifle a su casa, regresó a la escuela y disparó al estudiante en la cabeza, matándolo. En 2000, un niño de seis años disparó mortalmente a su compañera de clase de 6 años, Kayla Rolland en Michigan después de una discusión en el patio de recreo.
 
Niños armados en casa
En la mayoría de los tiroteos en los centros docentes, el arma procede de la casa del estudiante o de un amigo o familiar. En el tiroteo mencionado anteriormente, el tío del estudiante se declaró culpable de homicidio involuntario y fue condenado a prisión por un mínimo de dos años por dejar un arma de fuego en un lugar de fácil acceso y el joven pistolero no enfrentó cargos. Muchos colegios estadounidenses utilizan detectores de metales para evitar el ingreso de armas en sus instalaciones, pero los estudios muestran que esta práctica aumenta la ansiedad de los escolares y solo son efectivos con procedimientos constantes de mantenimiento, capacitación, dotación de personal y evaluación. Lo peor del caso es que algunos de los incidentes que han involucrado a niños en el pasado se deben a que los adultos colocan un arma de fuego en la mochila del menor y este la dispara cuando encuentra el arma en el colegio.
 
Consecuencias penales
Las consecuencias penales para el menor que disparó a la profesora en Virginia siguen sin estar claras y, debido a las leyes de privacidad juvenil, es posible que nunca lo sepamos. El niño de 6 años que mató a su compañero de clase en la escuela primaria Buell en 2000 no fue acusado de ningún delito; pero en 2021 en Rigby, Idaho, una niña de 12 años disparó a tres personas durante un ataque planeado en la escuela secundaria, y su plan escrito demostró que tenía la intención de matar a 20 estudiantes y herir a otros 40 o 60, con lo que se la sentenció a estar bajo custodia hasta que cumpla 19 años, y posiblemente hasta los 21 años si no se la considera completamente rehabilitada, luego de una declaración de culpabilidad de tres cargos de asesinato en primer grado.

 Experiencia traumática
Un aula llena de alumnos de primer grado fue testigo de cómo su compañero de clase le disparó a su profesora. Abigail Zwerner, de 25 años, resultó gravemente herida en lo que debe haber sido una escena terrorífica para los chiquitines que necesitarán un amplio asesoramiento psicológico para comprender y superar esta experiencia traumática, al igual que para los otros estudiantes, profesores y padres.
 
Seguridad escolar en EE. UU.
Solo el año pasado se produjeron 302 tiroteos en centros docentes superando las estadísticas desde hace 52 años. Desde 2017, la cantidad de tiroteos cada año se ha ido incrementando de forma alarmante, coincidiendo con el aumento de las tasas de delitos violentos y con armas de fuego a través de la nación norteamericana, que sigue emperrada con su derecho constitucional a poseer armas sin que el huracán de estas noticias terribles lleguen a despeinarles. Casi todos los tiroteos escolares son cometidos por estudiantes actuales o exalumnos, no por personas ajenas a los colegios.

 Responsabilidad penal infantil
En 2019, una escolar de primer grado fue acusada de patear y golpear a personal docente en medio de una rabieta. Kaia Rolle tenía 6 años. Un oficial de policía usó bridas para esposarla. Las autoridades de Orlando retiraron el cargo de agresión que enfrentaba Kaia. La escuela dijo que nunca tuvo la intención de que ella fuera arrestada. El oficial de policía fue despedido.

La traumática experiencia de Kaia llevó a Florida a establecer una edad mínima para el arresto de un menor, como parte de un proyecto de ley de reforma policial más amplio que prohíbe el arresto o procesamiento de menores de 7 años, excepto en casos de delito grave.

Pero hay un debate creciente en varios estados sobre si la edad mínima debería ser más alta, si los niños que se portan mal no deberían ser vistos como delincuentes.

Cada estado es diferente y no hay un estándar sobre cuál es la edad mínima adecuada para los enjuiciamientos de menores.

En Florida, donde el mínimo es de siete años se aspira a elevarlo a 12. Hasta el año pasado, Carolina del Norte tenía la edad de enjuiciamiento más baja para menores en el país pero se votó a favor de elevarlo de seis a 10. Actualmente, Colorado es uno de los cinco estados considerando elevar su edad mínima, aumentándola de 10 a 13 años, donde alrededor de 500 niños entre las edades de 10 y 12 años ingresan al sistema de justicia penal de Colorado cada año, pero los fiscales no apoyan el proyecto de ley actual para aumentar el límite de edad, arguyendo que el sistema funciona bien.

 Los defensores de la justicia juvenil están abogando para igualar el límite de edad de 14 años comúnmente utilizado internacionalmente, pero tienen por delante un largo camino que recorrer.