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Navarro Mederos, director del Archivo Histórico Diocesano: “Hallamos un documento de los tiempos de Guillermo I el Conquistador, traído por Fernández de Lugo”

Miguel Ángel Navarro Mederos (62 años) es párroco de la iglesia de San Francisco, en Santa Cruz, y director del Archivo Histórico Diocesano, con sede en La Laguna, uno de los más importantes y mejor organizados

Miguel Ángel Navarro Mederos (62 años) es párroco de la iglesia de San Francisco, en Santa Cruz, y director del Archivo Histórico Diocesano, con sede en La Laguna, uno de los más importantes y mejor organizados de España, que ha sufrido en los últimos años una remodelación fundamental. Explicaremos por qué. Con las leyes aprobadas en los últimos años por el Gobierno de la nación, las referencias familiares antiguas necesarias para obtener la nacionalidad española están contenidas en estos archivos y se han recibido hasta 300 peticiones diarias de antecedentes familiares. Aquí están todos los bautismos, matrimonios y defunciones desde 1512, que son certificados con la seriedad que la Iglesia imprime a todos sus actos, en el momento de las peticiones presenciales de los familiares. Miguel Ángel, además de su trabajo pastoral, es el responsable de este Archivo, a cuyas órdenes trabaja un grupo de especialistas. Es licenciado en Teología y doctor en Historia por la Universidad Gregoriana de Roma, con una tesis sobre la creación de la diócesis nivariense. “Quería aportar mi grano de arena a la historia de esta diócesis y creo que lo logré”, me dice. Es una persona de su tiempo, un sacerdote moderno, que no renuncia a hablar de nada, aunque tengo que decir que me interesaba sobre todo su labor en el Archivo Histórico Diocesano, que ha sido muy interesante. Miembro de una familia de ocho hermanos, tres de ellos sacerdotes: el propio Miguel Ángel; otro sacerdote y médico que es rector del Seminario lagunero; y un cura del Opus Dei que vive en Madrid y que es economista.

“No, el Cabildo de Tenerife ha echado una mano, que agradecemos mucho”.

-¿Has tenido que pedir permiso al obispo para venir a la entrevista?

“No, no creo que haga falta, aunque igual me echa una bronca”.

-¿Ser párroco de San Francisco, una de las parroquias más importantes de Santa Cruz es un chollo? Perdona la expresión.

“No, cualquier parroquia necesita el esfuerzo y la labor diaria de su párroco. Las que parecen, como tú dices de una forma incorrecta, un chollo, no lo son, generalmente”.

-Tú eres un hombre moderno, lo que yo llamo un cura progresista, que no pone reparos a hablar de cualquier tema. ¿Partidario del celibato?

“Hemos venido a hablar del Archivo Histórico Diocesano, pero si quieres saber mi opinión, soy favorable al celibato sacerdotal. Otro día te contaré por qué”.

-Háblame de la importancia del Archivo Histórico. Que hoy la tiene más que nunca.

“Vamos a ver. La Ley de Nietos o de Memoria Democrática hace que el Estado necesite de documentos para considerar españoles a una serie de personas, que lo pretenden lograr, si lo solicitan, a tenor de esta ley. Los registros civiles se constituyeron en España en 1871 y además contienen datos muy incompletos. Los registros eclesiásticos son exhaustivos y suplen esta falta de información diríamos civil”.

-¿Cuántos documentos se guardan en el Archivo de la calle Anchieta lagunera?

“Millones de legajos, procedentes de todas las parroquias de la diócesis”.

-¿Y desde qué año datan estos documentos?

“Pues desde poco después de la incorporación de Canarias a la Corona de Castilla, sobre 1510-1512”.

-Un tesoro, Miguel Ángel.

“Tú no sabes hasta qué punto. Son documentos que no pueden destruirse, no son fichas de socios de un club, sino que dan fe de acontecimientos fundamentales en las historias personales como son sus nacimientos, sus matrimonios y sus defunciones. Jamás deben ser destruidos”.

-Tú también eres delegado diocesano de Patrimonio Cultural. ¿Es esta una diócesis rica?

“No lo es, pero conserva muy interesantes vestigios del pasado. Fue un desastre para la Iglesia la llamada desamortización de Mendizábal y la expulsión de los frailes, porque además hubo un descontrol absoluto de los bienes de la Iglesia. En la diócesis estamos completando su inventario completo, pero de mi parroquia, por ejemplo, la de San Francisco, desaparecieron bienes; más que desaparecer fueron a parar a otras iglesias. Los frailes fueron expulsados de España o pasaron a formar parte del clero secular. Se llevó a cabo la desamortización ejecutada por el ministro Mendizábal, en detrimento de sus propietarios, para sufragar las guerras carlistas y engrosar la Hacienda pública, al tiempo que se pretendía eliminar la deuda del Estado”.

(La desamortización se llevó a cabo principalmente sobre las tierras eclesiásticas llamadas “manos muertas” por su improductividad, que eran propiedad de la Iglesia a través de donaciones, herencias y abintestatos (sucesiones a través de personas sin herederos), que fueron subastadas públicamente. También otras propiedades de la Nobleza, en 1836, durante la Regencia de la Reina María Cristina, y en 1855, con el ministro Madoz).

-Con el progresista Pascual Madoz.

“Sí, fue el ministro de Hacienda pamplonés Pascual Madoz, miembro del Partido Progresista, quien completó la desamortización que inició Mendizábal en 1836. Madoz lo hizo en 1855”.

-Hablemos del Archivo. ¿Algún documento de especial relevancia?

“Hay muchos relevantes”.

-Pero parece que ustedes tienen un tesoro ahí guardado.

“Te hablé el otro día de uno muy importante, que se encuentra en proceso de estudio y que puede ser efectivamente un tesoro”.

-Cuéntame algo más de él.

“El pergamino se encontraba adherido a la portada de un libro y fue retirado por el taller de restauración del Ayuntamiento lagunero”.

-¿Escrito en latín?

“No es latín. Parecía francés. Lo estudiaron profesores de la Universidad de Valladolid y de la Complutense. Nadie podía determinar de qué idioma se trataba. Pero a través del cónsul de Argentina en Canarias, el señor Sobrón, enviamos el documento, escaneado, a París”.

-¿A quién?

“A un especialista, a un verdadero profesional de la materia. Nos dijo que estaba escrito no en francés, ni siquiera en un francés regional. Se trata del idioma anglo-normando, que se habla a partir de Guillermo I el Conquistador. Lo vamos a enviar a Oxford para que sea desvelado su contenido y podamos enterarnos de qué se trata realmente”.

(Guillermo I el Conquistador fue el primer rey de Inglaterra de origen normando. Reinó poco tiempo, desde 1066 hasta 1087. Era descendiente de vikingos y antes de ser rey fue duque de Normandía con el nombre de Guillermo II. Era un hombre corpulento y astuto, cuya obsesión era unificar Inglaterra con Normandía. Tuvo problemas con su hijo y heredero que intentó desestabilizar su reinado. Se conservan pocos documentos de su época, de ahí el valor que pueda tener el hallazgo en el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna. Cuando el pergamino sea traducido en Oxford cobrará mucho más trascendencia).

-¿Y quién lo trae a Tenerife?

“Todo parece indicar que procede de Betancuria y que lo trajo el adelantado Fernández de Lugo cuando contrae nupcias con Beatriz de Bobadilla”.

-Un testimonio excepcional.

“Sí lo es y lo será mucho más cuando conozcamos su difícil traducción. Esto aportará más valor a nuestro Archivo Histórico”.

-¿Cuál es la principal función del Archivo, de cara a la sociedad?

“La investigación histórica, sin duda, y cumple otras funciones como las que te he indicado, relativa a la Ley de Nietos, para los descendientes de canarios que quieren adquirir la nacionalidad española, sobre todo los residentes en Cuba, Venezuela y hasta para los judíos sefardíes, que ahora tengan derecho a ella”.

-¿Las parroquias deben enviar sus libros al Archivo Histórico Diocesano de manera regular?

“Sí. Las parroquias se quedan con los últimos libros de registros y los más antiguos los van enviado al archivo, para su microfilmación, su digitalización y su estudio”.

-¿Y se han registrado otras sorpresas, diríamos agradables, en cuanto a documentos hallados?

“Pues, sí. Con el movimiento de papeles han aparecido documentos muy interesantes. Se trata de una fuente muy importante en la historia de Canarias. El nuestro es uno de los mejores archivos diocesanos de toda España”.

-Su modernización ha constituido un gran esfuerzo de la diócesis, ¿no? Y yo creo que se trata de un gran servicio a la sociedad canaria, mucho más a los investigadores.

“Sí, lo es; su creación fue una iniciativa del obispo don Felipe Fernández, que ha continuado nuestro actual prelado, don Bernardo Álvarez. Es una satisfacción conservar documentos de 1512, de poco después de la conquista de Canarias por la Corona de Castilla; y, por ejemplo, datas de familias como la de los Condes de Siete Fuentes, allá por 1510, si no me falla la memoria”.

(Felipe Fernández García dirigió la diócesis de Tenerife entre 1991 y 2005. Antiguo obispo de Ávila, fue el primer prelado español en recibir a un papa en nuestro país, San Juan Pablo II. Falleció en 2012 a los 76 años de edad. Era un excelente poeta y con Juan Pablo II logró reunir a más de un millón de personas en Ávila, en torno a Santa Teresa de Jesús. A él se debe el Primer Sínodo de la Diócesis Nivariense, entre otras iniciativas. Recomendó a Roma el nombramiento del actual prelado nivariense, monseñor Bernardo Álvarez Afonso. Renunció a su cargo al serle diagnosticado un parkinson, enfermedad que acabó con su vida.).

-Te han encargado también la conservación e inventario del patrimonio mueble de la diócesis.

“Sí, y antes también de los inmuebles, que han pasado a ser gestionados por otro compañero. Mi misión está más con las propiedades como tesoros, retablos, imágenes, etcétera y estamos ahora con el inventario que estaba incompleto. Yo creo que se están haciendo las cosas con mucho sentido”.

-Miguel Ángel, yo tengo una matraquilla con los sermones de los curas. Desde los púlpitos se dicen muchas tonterías.

“Eso me parece, hablando en general, injusto”.

-A mí no. ¿Tú escribes lo que vas a soltar desde la tribuna eclesiástica?

“Generalmente, no. Pero antes sí lo hacía. Sencillamente nuestra misión es transmitir la palabra de Dios. Yo no entiendo el sacerdocio de otra manera. Y ayudar a la gente, por supuesto”.

-¿Te consideras eso que llaman un cura moderno?

“Me considero un hombre de mi tiempo. Y ser un hombre de mi tiempo no está reñido con mi tarea pastoral, ni con mi labor investigadora, por la que siento verdadera pasión. Por eso elegí la historia como una auténtica vocación. Quizá por ello me nombró el obispo director del Archivo Histórico Diocesano, donde los seis miembros del equipo están realizando una labor extraordinaria, no sólo en beneficio de la historia de Canarias, sino del ciudadano en general, sobre todo por los motivos que ya te he contado”.

-Pues ojalá, Miguel Ángel, que ese documento normando revele algo importante.

“Ojalá. Serás uno de los primeros en saberlo”.

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