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José Barreiro: “Para bajar los precios de avión con la Península hay que poner topes a la bonificación del 75%”

El fundador de la cadena Coral Hotels es una de las personas con más experiencia en el sector turístico y conocedor de la turoperación, donde ha trabajado buena parte de su vida
José Barreiro. DA
El fundador de cadena hotelera Coral Hotels, José Barreiro. DA

La cadena hotelera Coral Hotels es una empresa familiar con 35 años de trayectoria en el sector turístico canario. Su fundador, José Barreiro, iba para cura. Hasta hizo los cinco años de seminario, pero después parece ser que Dios no lo llamó para caminos tan altos, como él mismo asegura. Hoy es una de las personas con más experiencia en el sector turístico y conocedor de la turoperación, donde ha trabajado buena parte de su vida. No en vano, predijo el día y la hora de la quiebra del gigante británico Thomas Cook en septiembre de 2019. Ojo a su idea de rebajar los precios de avión para el mercado nacional: poner un tope a la bonificación de residente del 75%.

-De cura a dirigir uno de los complejos turísticos más importantes de la Isla.

“Si, pues ya ve. Nací en Ames, Santiago de Compostela, y allí estudié cinco años en los seminarios de La Asunción y San Martín Pinario. Así que estuve desde los 10 años hasta los 15 con sotana porque los seminaristas de antes no eran como los de ahora. Pero bueno, tras darme cuenta de que Dios no me llamaba para caminos tan altos me fui a Londres a aprender inglés. Me incorporo al sector turístico a principios de los años 70 como guía en Mallorca con el turoperador británico Clarksons Holidays. Por la crisis del petróleo del año 1974 este turoperdor quiebra y me ofrecen trabajo en Londres en Turavia como supervisor de guías del área receptiva. En el año 1979 me ofrecen irme a Ibiza como director de Viajes Ceva S.A. y delegado de Turavia y a finales de ese mismo año, algo habré hecho bien, porque me ofrecen Tenerife. Y aquí me quedé. En febrero del 81 el grupo de empresas Turavia es adquirido por Viajes Barceló, donde ejerzo, primero como director de Tenerife y después como director regional de Canarias, y durante los últimos cinco años hasta enero del 99, como director general del Área Receptiva para España y Portugal. En ese año me hago cargo de Coral Hotels, aunque antes ya me había vinculado con la gestión de otros establecimientos en la Isla”.

-Salvo Fuerteventura, su producto en Tenerife se centra en apartamentos ¿por qué?

“Por varias razones. Una porque ofrece más amplitud de mercado, es decir, si la clase media trabajadora tiene más dinero, va a un hotel, pero si tiene menos dinero disponible, como es el caso de ahora, no descarto irme de vacaciones, pero lo hago en un apartamento. Por eso me resulta indecente e inmoral que se intente fomentar el turismo de alta calidad. Los empleados de esos que se van a hoteles de 5 estrellas gran lujo, también tienen derecho a irse de vacaciones”.

-Usted lleva años en el sector y ha vivido varias crisis, ¿esperaba un cierre turístico como el que tuvimos por la pandemia?

“Nunca. A mis 77 años he vivido unas cuantas crisis y quiebras, pero nunca esperaba vivir algo así. La caída de Thomas Cook, con quien yo trabajaba bastante, nos afectó mucho. Mire, le voy a contar una anécdota. Los turoperadores británicos siempre han hecho lo mismo: cuando saben realmente que van a quebrar han hecho lo posible para que sus aviones estén en Reino Unido o de camino. Nunca ha quebrado ningún turoperador británico con aviones en otro aeropuerto que no sean los ingleses. Así que hice una apuesta con mi hijo cuando aún se discutía sobre el día y la hora de la quiebra. Yo le dije: cuando todos los aviones estén en Inglaterra, ése será el día. Pues el 22 de septiembre me dice mi hijo: ya han salido todos los aviones menos los del Caribe. Sobre la 1 de la mañana salen los del Caribe y le dije a mi hijo: A esperar la noticia. Y al día siguiente, el 23 de septiembre, con todos los aviones en casa, Thomas Cook anuncia la quiebra”.

-¿La pandemia ha cambiado la forma de hacer turismo?

“A diferencia de la crisis de 2008, la gente sigue viajando. Creo que la incidencia de la COVID a la hora de viajar está siendo importante. Todos hemos aprendido de la pandemia y de que hoy estamos aquí, y mañana puede que no. A lo mejor con menos capacidad de gasto, pero viajan. Este mes y el próximo son claves para las reservas de verano y van muy bien. Pero fíjese, al margen de esto, creo que una cosa sí ha cambiado, no solo en Canarias, sino también en las grandes ciudades europeas, y son las escapadas de fin de semana largos, y en esto se han beneficiado mucho los hoteles de ciudad. Y otro fenómeno que ha pasado es que los hoteles de gran lujo nunca han tenido una época mejor, porque el que tiene dinero no tiene crisis, tiene dinero, y se lo gasta, sobre todo viendo lo que ha ocurrido con la COVID. Como dice el dicho: Los trajes de los muertos no llevan bolsillos”.

-Esos largos fines de semana serán para ir de la Península a otra ciudad europea, porque para un peninsular venir a las Islas le sale un ojo de la cara.

“Ni un fin de semana, ni de vacaciones. Ahora mismo le sale más barato irse a Londres, por ejemplo”.

-El Gobierno pretende implantar la OSP para algunos vuelos a la Península. ¿Cree que ésta será la solución? Aunque primero habrá que esperar a que Europa lo acepte.

“Hay solución, lo que pasa es que nadie quiere ponerla sobre la mesa. ¿Qué es lo que ha motivado la escalada de precios? El 50% de bonificación primero y el 75% después”.

-¿Suben los precios por la bonificación al residente?

“Le explico porque de una forma simple. Las aerolíneas se preguntan ¿cuánto puede pagar el mercado canario por un vuelo a la Península sin que diga que es muy caro o que le parece un disparate? ¿100 euros? Perfecto, pues éste es el precio que ponemos y, por encima de esto, el 75%. Esto es lo que interesa a una compañía aérea porque sus márgenes de beneficios son escandalosos, pero es lógico. Si yo tuviera una aerolínea haría lo mismo. Ahora bien, vamos a verlo desde el otro lado. ¿Qué nos interesa a nosotros? Poner topes y subvencionar el 75% que, por cierto, pagamos todos los españoles, hasta 300 euros. De ahí para arriba no hay ayuda. Esto obligaría a las compañías aéreas a ser más competitivas porque las bajarían los precios, pero para todos, también para los no residentes”.

-¿Y quién le pone el cascabel al gato?

“Nadie, porque a los residentes no nos molesta porque viajamos barato. Pero podríamos viajar por menos y los peninsulares también. Pero mire, esto no va a aguantar mucho más tiempo, porque, entre otras cosas, le pagas el 75% de subvención también a los que van en business. ¿Es correcto? ¿No sería mejor que si tu quieres viajar en business, con todas las ventajas que ello supone te pagues el billete? No es ta complicado poner un tope, solo hay que querer hacerlo. Bajarían los precios, habría más turismo nacional y seguramente mayor frecuencia de vuelos”.

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