Julia Faustyna, la joven polaca que aseguró ser Madeleine McCann, sugirió ayer viernes, por primera vez, que podría no ser la niña que desapareció en 2007 en Praia da Luz, Portugal, durante unas vacaciones con su familia.
Esta chica de 21 años ha copado buena parte de la actualidad informativa a través de la cuenta en Instagram “Yo soy Madeleine McCann”, en la que ha ido colgando fotografías y mensajes para demostrar que ella era la hija de Kate y Gerry McCann.
De hecho, informaciones de hace apenas unas semanas habían señalado que los progenitores de Maddie habían accedido a someterse a una prueba de ADN, si bien este extremo nunca ha sido confirmado por fuentes oficiales.
Durante todo este proceso mediático, Julia Faustyna ha criticado que sus verdaderos padres hayan dificultado que encuentre su verdad, pero la familia ha asegurado que ella sufre problemas mentales y siempre ha querido ser popular.
Y por si esto fuera poco, han afirmado que siempre ha tenido a su disposición la partida de nacimiento, una prueba sólida que desmontaría la versión de su hija.
En un vídeo ante millones de usuarios, Faustyna ha reconocido que “quizás no es Madeleine McCann”, acompañada de su representante legal Fia Johansson.
No obstante, han aseverado que existen “evidencias” de que en la vida de la joven polaca ha ocurrido algo “muy grave”, dejando entrever que podría ser otra chica secuestrada.